Después de 51 años compartidos, Carlos realizó un emotivo y particular homenaje a Alicia, su mujer fallecida por coronavirus en enero pasado, en una esquina del centro de Rosario.
En Italia y Córdoba, donde él la esperó por primera vez un viernes 31 de octubre de 1969, ahí, en ese lugar emblemático para el inicio de su historia de amor pegó un cartel con forma de corazón con sus nombres y esa fecha.
“El covid logró lo que la vida no pudo: separarnos”, sintetizó el hombre que emocionó a una ciudad y que fue entrevistado por Telenoche (El Tres).
Los dos tenían 15 años cuando se conocieron. Ella iba al Normal 2 y él politécnico. “Era una persona impresionante, con un amor por la vida, muy elegante y muy simpática. Escribía muy bien y tenía una personalidad fuerte”, la recordó Carlos.
Sobre su pérdida en esta pandemia, intentó explicar un dolor profundo, distinto al de las muertes de otros seres queridos: “Uno siente que está desbalanceado el cuerpo y la mente, no es fácil”.
Con un humor valiente, dijo que pegó el corazón el lunes pasado con cierto temor a ser descubierto porque “uno no está en edad para hacer papalones”. Lo hizo, dijo, para que “alguien lo lea y tenga un buen recuerdo y que si tiene un amor sepa valorarlo".
Contó también que ella dormía con la cabeza sobre su hombro y eso es, de pronto, lo que más extraña: “Todas las noches falta algo. No sabía que la quería tanto”.