El recorte de gastos aplicado por el gobierno de Javier Milei en la administración nacional desde que comenzó el año representó en julio una baja de 22% en los fondos para jubilaciones, del 31% en las transferencias a universidades y 83% en los giros a las provincias, siempre comparando con el mismo período del año pasado. Los datos se desprenden del Análisis de Ejecución Presupuestaria elaborado y publicado por la Oficina de Presupuesto del Congreso.
"En los primeros siete meses del año la Administración Nacional presentó una mayor caída en términos reales de gastos que de los ingresos, obteniéndose un superávit financiero de $1,18 billones. Si se descuentan los intereses de la deuda el superávit primario alcanzó $7,18 billones en el mismo período", señala el informe oficial.
Con respecto a la caída del poder adquisitivo de jubilaciones y pensiones, se detalla: "Respecto a los haberes jubilatorios, al comparar el poder de compra promedio de siete meses de 2024 respecto de igual período de 2023 prevalece una caída real de 29,2% a/a; en tanto, los haberes mínimos (con bonos) perdieron 18,5% a/a".
Sobre el mismo punto agrega que "respecto a diciembre 2023, los haberes jubilatorios superiores a la mínima mostraron una recuperación de 9,2% en términos reales, mientras que los haberes mínimos (con bonos), cayeron 4,9% real, por la incidencia de los bonos, que se mantienen sin aumentos desde marzo".
También se aplicaron fuertes recortes sobre las transferencias corrientes a provincias y los gastos de capital, que retrocedieron 83,5% y 80,9% respectivamente.
Tomando como base estos datos, el Instituto Consenso Federal difundió un informe en el que dan cuenta de que el 27,6% del recorte "se explica por la merma del gasto en los haberes de la clase pasiva".
"Eso significa que de cada 100 mil pesos que dejaron de gastarse, casi 28 mil tendrían que haber ido a los bolsillos de jubilados y pensionados, sólo para no estar peor que en 2023", explica el trabajo.
Siguiendo con este enfoque, entre enero y julio las universidades recibieron "31 por ciento menos de recursos, comparado con idéntico período del año anterior y en términos reales". La ejecución del presupuesto destinado a las casas de altos estudios pasó de -25,5 por ciento para el período enero-mayo a -30,8 entre enero y junio, para llegar a -31 durante el período comprendido entre el primer mes del año y julio.