El Reino Unido y la Unión Europea llegaron a un acuerdo comercial pos Brexit este jueves, una semana después de su separación definitiva, pudiendo evitar así severas consecuencias económicas para dos regiones que ya sufrieron los efectos de la pandemia.
"Hemos firmado el primer acuerdo de libre comercio basado en cero aranceles y cuotas que se ha logrado con la UE", dijeron desde el gobierno británico mientras la noticia era anunciada también por fuentes europeas en Bruselas.
La presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen consideró que se trata de "un buen acuerdo, equilibrado, justo", al que se llegó luego de recorrer "un camino largo y sinuoso".
"Por fin podemos dejar el Brexit atrás y la Unión Europea puede seguir avanzando", agregó la jefa del Ejecutivo europeo afirmando que "era un acuerdo por el que había que luchar".
Tras una larga noche de negociación en Bruselas, el anuncio del histórico acuerdo parecía inminente el jueves al amanecer, pero se demoró mientras se definían los detalles sobre las cuotas de pesca que incluso habrían generado cierto temor a un fracaso.
"Hemos retomado el control de nuestras leyes y nuestro destino", celebró por su parte el primer ministro británico Boris Johnson.
El presidente francés Emmanuel Macron fue otro de los líderes que se expresó sobre el acuerdo, destacando que "la unidad y la firmeza europea dieron resultado", mientras que la canciller alemana Angela Merkel confió en que se llegó a un "buen resultado".
El anuncio que se produjo muy cerca de la Nochebuena tendría suficiente margen para el acuerdo sea aprobado por los 27 países que integran la UE, permitiendo que entre en vigor a partir de las 23 del 31 de diciembre, cuando el período de transición pos Brexit llegará a su fin.
Durante las últimas semanas, las grandes diferencias entre las partes respecto a cuestiones claves como la pesca y las normas de competencia leal generaron muchas especulaciones de fracaso de las negociaciones entre Londres y Bruselas.
Finalmente pactaron que las flotas pesqueras de la Unión Europea tendrán que ceder una cuarta parte de su cuota actual en aguas británicas durante los próximos cinco años y medio, y tras ese período el acceso a las ricas zonas de pesca se negociará anualmente.