Empezó julio. El invierno se siente helado en todos los rincones de la ciudad. Cuando el sol se apaga, estar en la calle se vuelve peligroso para la salud. Para quienes carecen del abrigo de un hogar, hay algunas puertas para tocar. Sin embargo, según indicaron desde el Refugio Sol de noche, uno de los centros que brinda un lugar para dormir a personas en situación de calle, cada vez hay más gente que necesita una cama y un techo para pasar la noche,al punto que están desbordados. Incluso, derivando algunos al refugio municipal, no alcanza y muchos quedan a la intemperie.
En diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2) de Roberto Caferra, Jorgelina Calderón, una de las referentes del Refugio Sol de Noche, ubicado en Pasaje Marconi al 2000, confirmó que anoche se completó el cupo de 62 camas con el que cuenta el centro. “Hay mucha gente en la calle que se acerca todos los días, no se puede dar respuestas a todos. Trabajamos con el refugio municipal –ubicado en Grandoli 3450– pero quedan en la calle”, alertó.
De acuerdo a lo que indicó, años anteriores se ocupaba sólo la mitad de las camas y el año pasado notaron un aumento de la demanda con más de 40 personas en promedio. Sin embargo, consideraron destacable el hecho de que desde que abrieron este año el cupo se complete. “Hay más gente joven y también aumentó el grupo de entre 35 y 60 años que por la falta de trabajo se tienen que ir de las pensiones. Todos están en la terminal de ómnibus”, precisó Calderón.
Consultada por el periodista Ariel Borderi, la referente admitió que la población en general colabora con la donación de alimentos y ropa pero no en la misma cantidad de otros años. “La gente dona pero en menor cantidad”, se sinceró y pidió mayor colaboración de quienes puedan colaborar y acercar comida y otros elementos, a través de las redes sociales.