A 22 kilómetros del centro de Rosario, o a solo 30 minutos de viaje en auto, se puede pasar del cemento y el ruido a un verde que se mete por todos los sentidos. El Parque Villarino está ubicado en la localidad de Zavalla y en su corazón alberga a la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario. También contiene una escuela primaria, un jardín público y un tambo modelo. Son 100 hectáreas de pura naturaleza, con todos las características para vivir una gran jornada al aire libre: más de 160 especies de árboles, más de 60 tipos diferentes de aves, pequeños bosquecillos cerrados que se prestan para la aventura y la exploración, senderos para caminar y respirar hondo y áreas ideales para acampar.
Las “estrellas” del Parque
Sin dudas, el gran atractivo que tiene el Parque Villarino de Zavalla es su impresionante vegetación. De acuerdo a los estudios realizados por la Facultad de Ciencias Agrarias, las arboledas originales están conformadas por 160 especies, pertenecientes a 47 familias botánicas.
El sitio oficial fcagr.unr.edu.ar detalla que en los sectores abiertos se encuentran céspedes espontáneos que presentan un 83% de especies nativas, muchas de ellas integrantes del pastizal pampeano original de la zona, que se mantienen con cortes frecuentes.
El colorido paisaje que conforma la flora del lugar estalla, sobre todo en otoño y en primavera, en las grandes avenidas de árboles añejos, especialmente plátanos y eucaliptos. Estos últimos desprenden un aroma muy agradable y refrescante. Durante las tardes de buen tiempo, es un sitio ideal para organizar paseos en bicicleta, largas caminatas o actividades aeróbicas.
En los sectores más silvestres, tiene lugar un proceso de invasión de especies leñosas que forman núcleos boscosos caracterizados por la dominancia de distintas especies: Acer negundo, Ligustrum lucidum, Bauhinia forficata, Ulmus americana,Tecoma stans, Broussonetia papyrifera, Fraxinus pennsylvanica, Juglans nigra y otras. Los especialistas remarcan que las dos primeras suelen formar núcleos boscosos casi puros.
En todo el Parque es posible encontrar también especies de vegetales inferiores tales como musgos, hongos y helechos. A pesar de los cortes de césped necesarios para su mantenimiento y ocasionales pastoreos de vacunos y ovinos, prácticamente el suelo no ha sufrido disturbios, a diferencia de los campos circundantes que se encuentran bajo agricultura permanente.
Plátanos, eucaliptos y mucho más
Para conocer un poco más sobre las especies de árboles que dominan el Parque Villarino, Rosario3 charló con el ingeniero agrónomo, doctor en Ciencias Biológicas y responsable de la cátedra de Fisiología Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias, Carlos Cairo, que además de esos títulos se reconoce como un hombre que le gusta “recorrer el Parque a pie”.
-¿Cuáles son las características principales de las especies vegetales del Parque?
-La gran mayoría de las especies no son autóctonas de nuestra región. Una de las pocas especies nativas es el ceibo, por ejemplo. La mayoría fueron introducidas desde Europa o desde Oceanía, como el eucalipto, que es originario de Australia.
-¿Se conoce cómo fue diseñado el Parque Villarino?
-Lo primero que hay que aclarar es que el Parque es un predio de 100 hectáreas que está dentro de un área de 530 hectáreas que administra la Universidad. Lo que no es Parque, es tierra orientada a la producción y a la investigación. En ese contexto, el Parque no tiene un diseño que se pueda tipificar, como el de los parques ingleses, por ejemplo. Son grupos de plantas organizadas en avenidas, que forman círculos. Esas avenidas están formadas por plátanos, que podría decirse que es el árbol característico de este Parque. A su vez, todo el contorno del Parque es un rectángulo, que está delimitado por largas filas de eucaliptos y ligustros.
-¿Cómo están organizadas el resto de las especies?
-El resto de las especies que se encuentran en el Parque están organizadas en macizos, o sea en pequeñas islas de árboles y arbustos. Hay grupos de cedros, pinos, araucarias, cipreses, una doble hilera de casuarinas. Las sóforas son plantas muy vistosas también. Entre las que dan frutos comestibles, están los nogales y las palmeras pindó, que son las que dan los famosos coquitos que tanto les gustan a los chicos.
-¿Cómo se mantiene semejante espacio natural?
-Demanda un gran esfuerzo. Se hace corte de pasto, mantenimiento general, retiro de árboles que se caen por las tormentas. A su vez, hay un amplio espacio en el que se dejaron crecer los árboles y los arbustos de manera silvestre y se formó un bosque donde la luz solar casi no penetra y es muy lindo para recorrer.
-Como hombre e investigador que conoce el Parque desde hace muchos años, ¿qué sensaciones te despierta este lugar?
-Después de trabajar tantos años aquí, ya tomo la magnificencia que tiene el Parque como algo natural y cotidiano. Pero vuelvo a tomar dimensión de su belleza cuando escucho a la gente que viene de afuera y que queda maravillada por el entorno, por la biodiversidad, por el lugar en que está enclavada la Facultad. Solo basta con dar una vuelta los fines de semana y observar la cantidad de gente que visita el Parque. Y siempre hay lugares nuevos para recorrer, explorar y disfrutar.
Música que viene de arriba
Las aves constituyen la fauna dominante del Parque Villarino. De acuerdo a las investigaciones académicas, se han identificado más de 60 especies pertenecientes a 29 familias y 12 órdenes respectivamente, de las cuáles cerca del 60% anidan en el área y sus zonas circundantes donde logran los recursos para satisfacer sus necesidades de alimentación, refugio y reproducción.
Se destacan por su papel preponderante en las cadenas tróficas, varias especies de rapaces diurnas y nocturnas (lechuzas, gavilanes, chimangos, caranchos, halcones y otras), por el control que ejercen sobre las poblaciones de roedores y la eliminación de los animales muertos.
Aves migratorias que nidifican en el hemisferio norte y en otras regiones del país, utilizan el sitio para pasar una parte del año, tales como la tijereta y el churrinche (paseriformes). Entre los cucúlidos destacan por su abundancia la pirincha, y entre los psitácidos, la cotorra verde.
Existen también varias especies de carpinteros (piciformes) y de furnáridos (el hornero, nuestra ave nacional). Están bien representados los ictéridos (tordos), mímidos (calandria) y túrdidos (zorzales).
En relación a las demás clases de vertebrados, entre los mamíferos destacan los órdenes quirópteros (murciélagos), marsupiales (zarigüeya), edentados (mulita) y roedores con varios representantes. En época de lluvias se registra la presencia de sapos, ranas y escuerzos (anfibios). En la clase de los reptiles se pueden observar varias especies de lagartijas, el lagarto overo y varios géneros de culebras.
Horario
El horario de visita se extiende desde las 6 de la mañana hasta las 20, todos los días, salvo alguna disposición especial de los administradores.
Cómo llegar
El Parque “José Felix Villarino” (en memoria a la familia que donó esa superficie de tierra) de Zavalla se ubica exactamente a los 33º 01′ de latitud Sur y 60º 53′ de longitud Oeste. Desde Rosario, se puede llegar fácilmente saliendo por avenida Presidente Perón (ex Godoy) hacia el oeste, que luego se transforma en la Ruta Nacional 33. Hay que pasar la ciudad de Pérez y la siguiente localidad es Zavalla. El Parque se encuentra en el vértice suroeste del pueblo.
Otra opción es salir por avenida Pellegrini, que continúa como autopista Rosario-Córdoba. Al llegar a la altura de Roldán, se debe tomar el acceso a la Ruta A012. Luego de circular unos pocos kilómetros por esa vía en dirección al sur (que en gran parte de su recorrido es autovía), se llega al puente que conecta con la ruta 33. Dos kilómetros hacia el este (como regresando hacia Rosario), se llega a Zavalla.
Esta última opción también es la más recomendable para los visitantes provenientes de Funes, Roldán, San Lorenzo (todo el recorrido por Ruta A012), Carcarañá, Cañada de Gómez, etc.
Para quienes no posean vehículo, la línea 33/9 con el cartel luminoso distintivo de “Zavalla” sale de la Plaza Sarmiento todos los días y termina su recorrido en el interior del Parque Villarino. La frecuencia es aproximadamente de un colectivo cada media hora de lunes a viernes, disminuyendo los fines de semana y en época de vacaciones por la inactividad de la Facultad. El costo del pasaje es de 98,68 pesos.
Recomendaciones a los visitantes
¿Qué no debemos hacer en el Parque?
-No extraer, cortar, quebrar o podar ejemplares arbóreos, arbustivos o herbáceos de cualquier especie, tamaño o edad.
-No lastimar los árboles con cuchillos, hachas, machetes. No pintarlos.
-No extraer tierra, ni dejar pozos abiertos.
-No dejar residuos (embolsarlos y dejarlos en los cestos habilitados).
-No dejar piedras, ladrillos, alambres, hierros, envases de vidrio y plástico, etc.
-No hacer fuego fuera de los parrilleros habilitados, ni dejarlo encendido.
-No utilizar armas de fuego, trampas, hondas, etc.
-No abandonar ni dejar sueltas las mascotas.
-No circular con motos ni cuatriciclos por los senderos internos.
¿Qué podemos hacer en el Parque?
-Mediante caminatas, disfrutar de su frondosa arboleda, con los matices multicolores que nos ofrece a lo largo de las estaciones del año.
-Observar las aves y escuchar sus cantos.
-Desplazarse con calma y en silencio (con vehículos circular a paso de hombre).
-Utilizar binoculares y cámaras fotográficas para las observaciones.
También es un lugar muy utilizado para producciones fotográficas o audiovisuales, para eventos como bautismos, comuniones, cumpleaños, fiestas de 15 y casamientos.