Por primera vez en 56 años, el Vaticano celebró el Vía Crucis en la plaza San Pedro vacía. Por la pandemia de coronavirus, que afectó muy fuertemente a Italia, el papa Francisco, inició el domingo pasado una Semana Santa sumamente atípica y ahora encabeza la tradicional procesión por las 14 estaciones que recrean la pasión de Cristo, sin fieles.
Según reflejó EFE, Francisco presidía este Viernes Santo el rito católico en una plaza San Pedro casi absolutamente despoblada de creyentes. Sólo lo acompañaban sus colaboradores.
El Vía Crucis es una de las ceremonias más importantes de la fe católica. Consiste en la meditación de los pasos de Jesús en su camino al calvario hasta su crucifixión y muerte. Se han reducido en 14 estaciones, por cada una de las cuales se hace una reflexión y oración especial.
Este año, en Roma, Francisco decidió realizar el rito en la plaza de San Pedro y no en el Coliseo, donde se hizo ininterrumpidamente desde 1964.
Por la pandemia, el pontífice argentino también canceló la misa Crismal del Jueves Santo en la que se bendicen los santos óleos que servirán a lo largo del año para impartir los sacramentos. Tampoco realizó el tradicional lavado de pies que solía hacer en centros de acogida de migrantes o en las cárceles.
En la Vigilia Pascual del sábado ni en la misa de Resurrección del domingo, habrá fieles presentes. Cada ceremonia será trasmitida por redes sociales.