A través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) número 70/2023 publicado en el Boletín Oficial, el gobierno de Javier Milei autorizó la comercialización de medicamentos de venta libre en negocios que no sean farmacias. Además, habilita centros médicos y odontológicos en locales farmacéuticos y permite el ejercicio simultáneo de las profesiones de odontólogo, médico y farmacéutico. Y le permite a bioquímicos ser directivos de laboratorios y farmacias.
El artículo 313 del DNU elimina la exigencia de que "los medicamentos denominados de venta libre y de especialidades farmacéuticas, cualquiera sea su condición de expendio, sólo podrán ser efectuadas en todo el territorio de la Nación, en farmacias habilitadas". Es decir, que tanto kioscos, como vendedores en la vía pública podrán ofrecer determinados medicamentos.
La nueva ordenanza, también admite que las farmacias podrán constituirse mediante cualquier figura jurídica permitida por la legislación vigente. Además, la derogación de los artículos 13, 20, 27, 40, 41, 42, 43 y 44 de la Ley 17.565, permite "la instalación de casas o talleres de óptica en las farmacias" y aquellos farmacéuticos que tengan al mismo tiempo título de médico u odontólogo podrán "ejerzan simultáneamente ambas profesiones".
Otra de las novedades es que los farmacéuticos y bioquímicos podrán ser a la vez directores técnicos de una farmacia y laboratorio de análisis clínicos, algo que hasta este miércoles estaba prohibido al igual que tener consultorios médicos u odontológicos en el local de una farmacia o anexado a la misma. El DNU también permite que las droguerías emitan recetas.
“La farmacia no es un comercio”
Luego de conocerse los alcances de las nuevas normativas, la Confederación Farmacéutica de Argentina lanzó un duro comunicado en sus redes sociales donde menciona que se busca “desprofesionalizar la farmacia, quitándole su esencia como centro de salud”.
En el texto, mencionaron que algo similar ocurrió en la década del ‘90 y advirtieron que se trata de un “avasallamiento a nuestra profesión”. Además, advirtieron que están abriendo las puertas para que en Argentina circulen “medicamentos falsos y adulterados, poniendo en serio riesgo la salud de las personas”.
Repudiaron la idea de que cualquier persona sin título alguno quede a cargo de una farmacia porque al no ser un profesional no podrá garantizar “la calidad, origen y seguridad” de los productos.
“El DNU permite la propiedad de las farmacias en manos de sociedad anónimas cuyo único objetivo es hacer negocio”, apuntaron y agregaron que además “se permite irresponsablemente que las droguerías dispensen medicamentos, rompiendo el canal virtuoso de laboratorio-droguería-farmacia que ha hecho del sistema farmacéutico argentino, un ejemplo”.