El Banco Mundial elaboró un informe en el que alertó que la pandemia de coronavirus causó "la peor crisis educativa jamás vista en América Latina", dejando a unos 120 millones de niños y nilñas en edad escolar impedidos de asistir a clases presenciales, lo que afecta sobre todo a los sectores económicamente más precarizados.
La organización también indicó que "la pobreza de aprendizaje", que define al porcentaje de menores de 10 años incapaces de leer y comprender un relato simple, aumentó de 51 a 62,5%, lo que podría equivaler a 7,6 millones de niños y niñas adicionales.
En los primeros años de secundaria, el porcentaje de estudiantes que no son capaces de comprender un texto de extensión moderada pasó del 55 al 71%, y se estima que si los colegios permanecen cerrados tres meses más el índice ascendería al 77%.
La peor crisis educativa de la región
"Debido al cierre masivo de escuelas, a febrero de 2021 alrededor de 120 millones de niños en edad escolar habían perdido o corrían el riesgo de perder un año completo presencial del calendario escolar, con graves impactos educativos", dicen en el informe.
El mismo tiene como título: "Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños: Los costos y la respuesta ante el impacto de la pandemia de Covid-19 en el sector educativo de América Latina y el Caribe".
"Esta es la peor crisis educativa jamás vista en la región, y nos preocupa que podría tener consecuencias graves y duraderas para toda una generación, en especial entre los sectores más vulnerables", expuso el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Jaramillo.
El documento expresa que "a futuro, la enorme pérdida de educación, capital humano y productividad se podría traducir en una caída de ingresos agregados a nivel regional de 1,7 billones de dólares".
Es por esto que el Banco Mundial remarcó la necesidad de actuar de manera urgente para revertir la situación, a través de la preparación y financiación a los países para que puedan reabrir sus escuelas de manera segura y efectiva, combinando la presencialidad con la educación a distancia.
Por otro lado, manifestaron preocupación porque menos del 43% de las escuelas primarias y menos del 62% de las secundarias tienen acceso a Internet con fines pedagógicos.
Por último, apunta que es posible que las deserciones escolares aumenten al menos un 15% debido a la pandemia, interrumpiendo el acceso a la educación y también a otros servicios que los niños reciben en las escuelas como programas de alimentación.