Los incendios rurales no dan tregua en Corrientes. La situación es desesperante y el fuego ya arrasó con más de 500 mil hectáreas. Mientras los equipos combaten las llamas tanto por tierra como por aire. José, un productor de la zona afectado por el fuego, habló en A Diario (Radio 2) dónde cóntó que su emprendimiento de ecoturismo fue completamente destruído por las llamas. El espacio estaba ubicado en el noreste de la reserva provincial del Iberá, que peligra.
"Comencé un emprendimiento hace 10 años de ecoturismo, donde gente vive dentro del campo de la actividad ganadera, artesanías. Es mucho trabajo en vano porque el fuego quemó el emprendimiento, se me fueron años de trabajo, de sueños, estoy es muy triste y estoy deprimido", relató entre lágrimas el correntino.
Sin embargo, y a pesar del momento que están atrevsando el productor valoró el apoyo que recibió en las últimas horas de conocidos y desconocidos. "Hoy en la mañana recibí una cantidad de mensajes de apoyo, de ustedes en la difusión me salva la cantidad de apoyo, hay mucha cantidad de gente buena y eso memotiva a montar nuevamente mi espacio", dijo.
Los principales focos se encuentran especialmente en localidades del noreste y centro de la provincia. El avance afecta plantaciones forestales, bosques nativos, pastizales y zonas de humedales en portales de ingreso a los Esteros del Iberá. “Algunos fueron controlados, pero la situación sigue muy mal y hay focos de gran magnitud que permanecen activos, como el de Paraje Galarza”, manifestó el jefe de Operaciones de Defensa Civil, Orlando Bertoni.
"Este tipo de catástrofes tiene que movilizar a la gente de a pie para que se generen cambios, necesitamos políticas ambientales. Las cosas que dejaron de funcionar quedaron obsoletas, son leyes viejas, necesitamos técnicas, conocimientos", manifestó José.
Continuando con el estremecedor relato, el hombre explicó que pudo darse cuenta a tiempo que tenían que irse del lugar o podrían perder la vida. "Reaccioné y dije nos vamos de acá, era una bola de fuego de 300 metros de ancho y a 500 grados, es un cometa en cámara lenta aterrizando. Estuvimos a un minuto de calcinarnos".
"El fuego ruje, me arrodillo y empiezo a llorar con miedo, estaba colapsado le pedí a Dios que me de fuerzas aunque no soy practicante. Necesitamos que llueva, abrazo a la gente que va a perder todo, necesitamos colaboración".