Ya no quieren más robos ni destrozos en el establecimiento educativo. Es por eso que docentes de la Escuela Nº 756 José M. Serrano, ubicada en Caña de Ámbar 1635, en el barrio Las Flores, en el extremo sur de la ciudad, grabaron un video con un claro mensaje en donde invitan a "no ser cómplices" de los robos.
En el material grabado en el patio de la escuela, las docentes sosteniendo un cartel piden más compromiso a la comunidad: "No seamos cómplices, no compren las cosas que roban de la escuela", afirmó una de las maestras en un mensaje directo a aquellos que en lugar de denunciar, se aprovechan de la situación.
La idea de hacer "viral" el problema que vienen padeciendo desde hace tiempo "surgió en una plenaria que tuvimos el viernes a dos días del robo -el más reciente- al no poder hacer un abrazo solidario a la escuela dado que muchas compañeras no pueden venir, y por eso decidimos hacer el cartel y hacer viral el mensaje", expresó Silvina Ubaldo, una de las docentes.
"La realidad es que la escuela 756 es una de las mas castigadas", afirmó en relación a los numerosos robos y destrozos que viene padeciendo y que en este contexto de pandemia, se incrementó.
A la escuela que en situación normal asisten unos 400 alumnos, ya no le queda nada. Se robaron todo y lo que no podían lo rompieron. Es por ese motivo que dicen basta estas docentes que día a día y en cada uno de sus alumnos ve un futuro mejor. Pero necesitan de toda la comunidad educativa y de la sociedad: "no comprar cosas robadas a la escuela", el mensaje es directo y claro.
"Estamos y nos sentimos solos, abandonados, con un estado totalmente ausente" mencionó y agregó que "lo único que nos queda es defendernos como podemos", remarcó Ubaldo.
Y no es para menos, ya son incontables las veces que al abrir la puerta del establecimiento se encontraron con todo roto, destruido y con faltantes de todo tipo. "En robos anteriores se llevaron hasta los inodoros, el último fue directo al comedor donde se llevaron hasta motores de las heladeras", contó Silvina.
A la escuela, que más de uno conoce como “la escuela de Lepratti” la vienen "saqueando" sistemáticamente sin que nadie pueda hacer nada. En uno de los tatos robos "primero vaciaron el comedor, de donde se llevaron alimentos y utensillos; después la ludocteca; luego se llevaron el sistema de electricidad, que este viernes volvió a ser extirpado junto con microscopios, grabadores y hasta guitarras. Pero además, hubo saña en el accionar de los delincuentes, que rompiero todo a su paso. “No quedó ni una puerta sin romper”.
Por el momento las aulas siguen vacías al no poder recibir a los alumnos por la pandemia de la covid-19, pero algún día volverán las clases y no quieren que la imagen de una escuela vacía y castigada por delincuentes sea lo primero que vean los pequeños. El pedido de ayuda y compromiso ya está hecho a la espera de una comunidad más comprometida.