La foto de Bocacha está plasmada en distintas partes de la ciudad. Ese pibe de ojos morochos que brillaban y se achinaban cuando sonreía mostrando todos los dientes. El que casi siempre vestía remera de Central, trabajaba en una fábrica y quien con 23 años una noche salió a bailar y no volvió a su casa.
Carlos Orellano fue hallado sin vida en el río Paraná en febrero del 2020, dos días después de haber estado en el boliche Ming River House, en la costa central rosarina, y desde entonces se inició una controvertida investigación.
"Como persona era excelente, bondadoso. Solo pensaba en ayudar a los pibes del barrio. Era alegre, siempre contagiaba su energía. Y como amigo no voy a encontrar otro igual, era fiel y sincero. Te decía las cosas como eran, sin vueltas. Era buen pibe", asegura Facundo Veron, uno de los amigos de Bocacha que actualmente forma parte de la asociación que reclama justicia por la muerte del joven.
Con respecto a la causa, Facundo cuenta a Rosario3 que las pruebas están. "Carlos en sus pulmones no tenía agua, tenía sangre. Estaba golpeado. Algunas cámaras las borraron, pero las pruebas están y restan las pericias enviadas a Buenos Aires".
Por el momento hay cuatro detenidos, dos policías, el jefe de seguridad del boliche y un patovica.Todos por distintos grados de incumplimiento de sus deberes y falsedad ideológica, es decir encubrir lo que la querella asegura fue un crimen.
Este fin de semana de carnaval la familia y amigos de Bocacha van a conmemorar celebrando. "Como él era, con alegría y en familia, disfrutando. No queremos que quede en el olvido".
La convocatoria es para este sábado 26 de febrero desde las 17 en el lugar donde funcionará el futuro Puerto de Pescadores, Arroyo Ludueña y el Río. Habrá buffet, bandas en vivo y muralismo.
"Sería importante que nos acompañen para que no haya otro Carlitos, para que se termine el abuso de poder y su muerte no quede en la nada. Nosotros seguiremos peleando", cerró el amigo de Bocacha.