Docentes, alumnos y alumnas, padres, madres y familiares que asisten a la escuela a la que van los hijos de Mauro Villamil, el muchcacho asesinado en la verdulería de Gutierrez y Corrientes, llevaron adelante un acto de apoyo a la familia afectada en la puerta de la institución, ubicada en Maipú al 3300.

"Estamos muy movilizados por la situación", expresaron desde el colegio San Antonio, donde los participantes desplegaron carteles en los que se exige Justicia por el crimen.

“Hay que hacer visible lo que nos toca tan de cerca, pedimos Justicia y acompañamos a la familia”, indicó la directora Silvina Catera, quien ratificó que Mauro era una persona estimada por la comunidad.

"No podemos entender esto que pasó", manifestó Natalia, la mamá de una alumna que formó parte de la convocatoria, y agregó: “Los chicos están en schok. Hagamos lo que hagamos nada le devuelve al padre".

Después de la salida de los alumnos y alumnas, la comunidad se concetró a la vuelta de la escuela, en la iglesia San Antonio de Padua, de San Martín al 3300. El cura párroco pidió por justicia porque "la gente está cansada de tantas promesas incumplidas". Propuso juntar voluntaddes –“buscamos la unidad", dijo– para que "todo esto termine de veras”.

Desde allí llamaron a marchar este sábado a las 17 al Monumento a la Bandera tarde “sin bandería política” para pedir seguridad y basta de muertes en Rosario.