Hoy, 7 de Junio, fecha en la que se conmemora el día de las y los periodistas-trabajadorxs de prensa reflexionamos sobre nuestra tarea mientras atravesamos el segundo año de una pandemia que interpela nuestra normalidad. En esta emergencia sanitaria que nos trajo el coronavirus, los trabajadores y las trabajadoras de prensa fuimos excepcionalmente considerados esenciales por nuestra labor en servicio de la población: informar, debatir y transmitir los datos necesarios para resolver cuestiones cotidianas en tiempos de situaciones dramáticas.
Creemos en quienes desde sus puestos de trabajo dan a la información un tratamiento responsable, alejados de las famosas fake news, o de conspiraciones contra la salud de la población, o en campañas antivacunas, o todo tipo de irracionalidades que han traído más contagios y muertes.
Así como hoy es nodal el tema de la pandemia, es para quienes constituimos el colectivo de prensa también nodal el protegernos con un plan de vacunación contra el virus para poder seguir informando, cubriendo conferencias de prensa, recorriendo hospitales, relevando sucesos noticiosos, llevando a cada ciudadana y ciudadano lo indispensable para recorrer esta nueva realidad, a la que todavía nos falta terminar de conocer.
Esta tarea la llevan adelante periodistas de medios privados comerciales, de medios públicos y periodistas de medios cooperativos, comunitarios y autogestivos, un sector que con dificultades crecientes no deja de mantener sus medios mientras sigue peleando por una pauta oficial equitativa, mejores accesos a los insumos y políticas de Estado para que todas las voces tengan lugar en la diversidad y la pluralidad.
Son también los propietarios de los medios de comunicación quienes deben garantizar mejores salarios, condiciones laborales dignas, cuidados permanentes para evitar riegos de contagio y estar al día con los aportes y contribuciones para mantener los servicios de salud que brindan las obras sociales, en nuestro caso Ospro, que viene sosteniendo en la adversidad la salud de nuestras familias.
El reconocimiento al esfuerzo de nuestrxs periodistas y trabajadorxs de prensa en este día debe superar los saludos y traducirse en hechos que mejoren las necesidades de nuestro gremio, ya sean desde las patronales como desde los distintos niveles de gobierno. La precarización, el trabajo en negro, la falta de controles, la concentración mediática, la discrecionalidad en la pauta oficial, conspiran contra nuestro trabajo. Hay que ponerle fin también a la utilización de la comunicación como una mercancía y generar herramientas comunicacionales comprometidas y donde la ética periodística sea una condición sine qua non de su existencia.
Abrazamos en este día a nuestras compañeras y compañeros y esperamos mejores aniversarios donde quienes encarnan la comunicación como derecho humano indispensable sigan sintiéndose orgullosxs de la tarea que cumplen y puedan vivir dignamente con ingresos, salud y bienestar para sus familias.
Rosario, 7 de junio de 2020