En la previa del Día Mundial sin Sorbetes, que se conmemora cada 3 de febrero, ambientalistas de Rosario salieron a recordar la vigencia de una norma que los prohíbe y reclamaron más acción al municipio para hacerla cumplir, ya que sigue siendo muy común encontrarse con esos descartables.
Desde la ONG Más Río Menos Basura se refirieron a la ordenanza 10.158 que veda el uso de las pajitas plásticas e insistieron con la necesidad de realizar controles para lograr su cumplimiento.
“A más de dos años de la sanción de la ordenanza, si bien hubo avances, aún se evidencia en muchos lugares de la ciudad el uso de sorbetes descartables”, argumentaron.
“El no cumplimiento de esta ordenanza se observa incluso en lugares de asistencia masiva tales como los principales shoppings de la ciudad, o en lo que fue la Feria de las Colectividades de fin del año pasado. Notamos muy poca acción por parte de la Municipalidad a la hora de buscar mecanismos para que se cumpla esta ordenanza, así como otras referidas a la reducción de otros plásticos de un solo uso”, expresaron desde Más Río Menos Basura.
La ordenanza 10.158, sancionada en diciembre de 2020 prohíbe en su artículo 1 “el expendio de sorbetes plásticos de un solo uso en los comercios habilitados de la ciudad de Rosario”.
Luego, en 2021, se aprobaron otras ordenanzas que buscan fomentar la venta a granel en recipientes reutilizables, que prohíben los vasos plásticos en heladerías y los envoltorios innecesarios en frutas y verduras, a fin de evitar la generación de basura que no se biodegrada.
La organización ambientalista sostuvo que viene realizando “distintas acciones para promover el cumplimiento de estas normativas, tal como darles difusión, relevar qué sucede en los comercios involucrados y acercar información y consultar a las autoridades municipales”. A su vez, remarcaron, está pendiente en el Concejo Municipal la discusión de normativas más amplias e integrales.
“La crisis de contaminación por plásticos ha llegado demasiado lejos. El consenso científico indica que estamos expuestos a partículas de plástico a través de lo que comemos, tomamos y respiramos, y se está intentando comprender los impactos en la salud de esta realidad”, advirtieron.
Mientras tanto, los gobiernos del mundo están comenzando a discutir un Tratado Global sobre Plásticos que ponga fin a la contaminación.
Las organizaciones sostienen que es mucho lo que se puede hacer a nivel local y reclaman un mayor compromiso del gobierno a la hora de aplicar las normativas existentes, así como de los actores comerciales que deben aplicarlas y que incluso pueden ir más allá intentando reducir al máximo el uso de plásticos y otros elementos de un solo uso.
Entidades de la ciudad vienen trabajando en iniciativas como Graneleando y la campaña de reutilización de frascos Vienen y Van, que buscan instalar otros hábitos de consumo, más sustentables y con el potencial de amplificarse.
El Día Mundial sin Sorbetes surgió con el objetivo de generar conciencia y difundir el rechazo al sorbete plástico. Esta iniciativa es un proyecto de la asociación Low Carbon France que invita a todos aquellos que quieran sumarse a realizar acciones para exponer los riesgos ambientales del uso de los sorbetes.
Se estima que cada sorbete se usa unos pocos minutos y puede tardar entre 150 y 400 años en descomponerse. Es, además, el cuarto residuo plástico más común en las costas y los océanos.