Ai Fen fue la primera médica de la ciudad de Wuhan, en China, que dio la alarma sobre la aparición del brote de coronavirus. En aquel momento, las autoridades la reprendieron por haber informado sobre el tema antes de que los altos mandos del gobierno admitieran la existencia de esa enfermedad, que luego se diseminó por el mundo. Muchos de sus colegas murieron por covid-19, los otros están amenazados.
Hoy, la doctora Fen está desaparecida según consignó el programa australiano 60 minutes, y publicó La Nación. "Hace solo dos semanas, la jefa de Emergencias del hospital Central de Wuhan salió a la luz pública al decir que las autoridades habían impedido que ella y sus colegas advirtieran al mundo sobre el coronavirus. Ahora ha desaparecido, se desconoce su paradero", advirtió el ciclo el domingo pasado.
Fen fue la primera doctora en notar que un grupo de pacientes en el Hospital Central de Wuhan tenían síntomas intensos de una gripe especial. Su descubrimiento fue realizado un mes antes de que los funcionarios de la China informaran al mundo sobre el brote de covid-19 .
Fen contó que hasta puso en conocimiento a su jefe de que uno de los pacientes en el hospital estaba presentando síntomas de lo que podría ser un tipo de coronavirus nuevo, pero fue ignorada. La doctora dijo a una revista en marzo que las autoridades chinas la habían reprendido duramente por decirle al mundo que el nuevo coronavirus podría extenderse a nivel mundial si China no actuaba.
Fen compartió también una foto de un paciente en que incluyó información sobre un coronavirus similar al SARS en WeChat, la aplicación de mensajería más popular de China utilizada por más de 1000 millones de personas.
La imagen que compartió Fen se volvió viral y, en el informe que acompañaba la foto, ella incluyó al doctor Li Wenliang, el médico que también intentó emitir una de las primeras advertencias sobre el coronavirus, pero fue ignorado por las autoridades chinas. El médico finalmente contrajo la enfermedad mientras trabajaba en el Hospital Central de Wuhan y murió el 7 de febrero pasado.
"Vimos a más y más pacientes entrar a medida que el radio de propagación de la infección se hizo más grande", contó Fen luego en una entrevista a la edición china de la revista People. Y agregó que ella sabía que la transmisión era "de humano a humano".
China recién reconocería esta evidencia 20 días después, el 21 de enero. Ese mismo día ingresaron al centro médico 1523 pacientes, tres veces lo usual, según Fen.
Hoy, nadie conoce el paradero de la doctora, y crecen las especulaciones y teorías sobre lo que pudo haberle pasado.