Delfina Rossi, la hija del ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, actualmente directora del Banco Ciudad de Buenos Aires, publicó un conmovedor hilo en su cuenta de Twitter. La ex directora del Banco Nación durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, con apenas 26 años, reveló que debió someterse a un aborto tras detenérsele su embarazo y terminó internada. Pidió que la práctica se legalice y deje de ser un secreto y un tabú social.
“Estaba embarazada de 10 semanas y el desarrollo del embrión se detuvo. Creemos que por causas genéticas, cómo pasa en el 20% de los casos. Me recomendaron la vía más segura y fisiológica: expulsarlo con misoprostol en casa”, planteó la economista en sus redes sociales.
“En una farmacia me miraron mal y me dijeron que no vendían "esos" medicamentos –continuó–Conseguí en otra. Mi familia me acompañó en el proceso. Y mí obstetra! Que no se despegó del celular todo el finde largo”.
Rossi aseguró que tuvo miedo: “Bastante, nadie nos enseña cómo abortar... mucha angustia, porque era un embarazo deseado y buscado”. Y continuó: “Después de 72 horas de seguir sangrando fui al sanatorio. Se complicó de más. Pasé 48 horas más internada con una intervención quirúrgica y transfusión de sangre. Ya estoy en casa”.
La actual directora del Banco Ciudad, reflexionó sobre la experiencia: “Aprendizajes: los abortos (o pérdidas) en el primer trimestre son demasiados comunes para ser un taboo y esconderlos por vergüenza. Es parte del cuerpo humano.
El procedimiento con misoprostol requiere de mucho mucho acompañamiento y no pude costar $2.500 o más con obra social!
La gestación es un tema social, no un secreto femenino. La sociedad debería acompañar la (o la no) maternidad, pero sobretodo dejarnos ganar soberanía sobre nuestros cuerpos.
Y principalmente: cualquier interrupción de embarazo necesita de una correspondiente licencia laboral con goce de haberes. Y el/la acompañante principal también debería tener una acorde”, escribió y terminó: “Será ley! Y seguiremos luchando por nuestros derechos. Gracias, muchas gracias, a todas las mujeres que me comparten sus experiencias, sus saberes y no me soltaron la mano”.