Pasaron varios meses desde que se descubrió el primer caso de covid-19 allá por noviembre en China, y en el transcurso de este tiempo, millones de personas se contagiaron del virus y miles murieron a causa del mismo. Ahora bien, el planeta quiere saber cuándo terminará todo esto, a los cual un grupo de expertos de la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur elaboraron un sitio que monitorea en forma continua de manera predictiva los desarrollos del coronavirus.
El modelo SIR (susceptible-infectado-recuperado) se realiza con datos de diferentes países para estimar las curvas del ciclo de vida de la pandemia y predecir cuándo podría terminar en los respectivos países y el mundo. Con códigos de Milan Batista y datos de Our World in Data, desde la casa de altos estudios aclaran que “dadas las situaciones que cambian rápidamente, los monitores predictivos se actualizan diariamente con los últimos datos”.
Es un modelo básico utilizado por los epidemiólogos para estudiar la transmisión de enfermedades infecciosas causada por bacterias, virus o hongos. Como cualquier modelo, es una abstracción de la realidad y se focaliza en entender los mecanismos centrales del objeto de estudio.
Ese proceso de abstracción se formula a través de aspectos del mundo real no considerados en el modelo y de supuestos que simplifican aquellos aspectos considerados. Lo importante es poder entender las principales relaciones causales que operan en el mundo real en relación al fenómeno de interés, y poder operar sobre ellas.
El modelo SIR (susceptible-infected-removed), desarrollado por Ronald Ross y William Hamer en la primera parte del Siglo XX, consiste de un sistema de tres ecuaciones diferenciales no lineales, el cual no posee solución matemática explícita, aunque existe un conjunto de propiedades de la solución del modelo que pueden derivarse analíticamente. El modelo es resuelto a través de métodos de simulación numéricos.
Según esas estimaciones, en la Argentina estaría 100% finalizada la pandemia el 25 de octubre, con fases intermedias de 97% el 1 de julio y 99% el 24 de julio.
Respecto a esta predicción, el infectólogo Tomás Orduna (MN 61.528) sostuvo que “la proyección está hecha sobre la base de la curva actual, que no llega a 200 casos/día y eso hace que el proceso sea más largo, pero en ese punto también influye que la Argentina está en el hemisferio sur y por otro lado porque en el país se vino evitando fuertemente el contagio y recién ahora se empiezan a relajar algunas cuestiones”.
Reconoció también que “va a empezar a haber potencialmente más contagios”, y consideró que “esa proyección ubica al país en algo relacionado a lo que se buscó desde el principio de la emergencia sanitaria”.
Orduna agregó que “este modelo matemático en el que se ingresan los datos del día a día muestra que la Argentina va a tener dos meses por delante de 150/200 casos por día hasta julio, y después un ‘goteo’ hasta octubre, lo cual no sería tan preocupante”.
Situación en otros países
En China, según las estimaciones, la pandemia terminó el 8 de abril, mientras que en algunos de los países más afectados llevará más meses. Tal el caso de España, donde finalizaría el 3 de agosto, Francia el 10 e Italia el 31 del mismo mes.
En tanto, la Universidad de Singapur planifica que el fin del covid-19 en Perú será el 31 de julio de 2020. Por otro lado, países como Bahrein y Qatar, verán el último caso para febrero de 2021.
En cuanto a Chile, el sitio apunta que en un 97% los casos de la enfermedad estarán controlados para el 12 de junio, un 99% para 7 de julio, y un 100% alrededor del 13 de octubre.
En tanto, la universidad a cargo de las gráficas dejó en claro que “el contenido del sitio web es estrictamente para fines educativos y de investigación y puede contener errores. El modelo y los datos son inexactos a las realidades complejas, evolutivas y heterogéneas de diferentes países. Las predicciones son inciertas por naturaleza. Los lectores deben tomar cualquier predicción con precaución. El optimismo excesivo basado en algunas fechas de finalización pronosticadas es peligroso porque puede relajar nuestras disciplinas y controles y provocar el cambio del virus y la infección, lo cual debe evitarse”.