La vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, habló en el Senado durante una reunión con denominados curas villeros, Curas en opción por los Pobres hermanas, religiosas y laicas.
Luego, compartió un video a través de su Twitter y afirmó: "Yo siento que estoy viva por Dios y la Virgen".
La exmandataria se mostró ecomocionada y recibió presentes de parte de los religiosos que asistieron al encuentro.
“Yo quería que mi primera actividad pública, fuera de mi despacho, fuera con ustedes. Yo siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente. Así que me pareció que si tenía que agradecer a Dios y a la Virgen, tenía que hacerlo rodeada de curas, por los pobres, villeros, de hermanas laicas y religiosas...”, dijo en el arranque de su intervención, con la voz entrecortada.
Además, dijo que la llamó el Papa Francisco al día siguiente del atentado y que no quiso ir a la Basílica de Luján para “no entorpecer” con su presencia “un momento muy especial”.
“El Papa me llamó tempranito al día siguiente de lo ocurrido. Me dijo que los actos de odio y de violencia son precedidos por palabras de odio y violencia”, contó Cristina Kirchner, y siguió: “No quiero hablar de ese día. Quiero hablar de mi país, de nuestro pueblo, de lo que ustedes ven y viven en los barrios. De la inflación y los precios y la necesidad de las personas”.
Al hablar de su intento de magnicidio, la vicepresidenta dijo: “Lo más grave no fue lo que me pudo haber pasado a mí. Lo más grave fue haber roto un acuerdo social desde 1983, recuperar la democracia fue recuperar la vida. Lo del otro día fue una ruptura que tenemos que volver a reconstruir”.
Luego habló de la importancia de tratar de encontrar puntos en común con los opositores, y recordó por qué se juntó con Carlos Melconian. Además, aseguró que el principal problema económico del país es que no hay una moneda fuerte.
Por otro lado, Cristina también comparó su intento de magnicidio con el que sufrió en 1930 el entonces presidente Hipólito Yrigoyen.
“Cuando alguien delinque no se lo puede matar, ni torturar, ni nada. Hay que aplicar la ley. Todos debemos tener ese ejemplo cívico como argentinos. Los militantes detuvieron a quien me había intentado matar y no la Policía, pero no hicieron justicia por su mano propia. Hicieron lo que corresponde hacer un ciudadano democrático y cristiano”, dijo Cristina.
Además, rechazó la iniciativa oficialista de instaurar la figura del magnicidio en el Código Penal: “No creo que se deba sancionar ninguna ley especial. Las que ya están vigentes, alcanzan y sobran. Lo que hay que poner es mucha institucionalidad”.
Sobre el final, en tono moderado y conciliador, recordó: “Cuando gobernaba Néstor y luego yo no era Disneylandia, pero había trabajo, esperanza y expectativa. Por eso creo que hay que sentarse a dialogar con todos, en especial con lo que piensan distinto”.
Para cerrar, pidió: “Le copié una frase a Francisco y se las voy a pedir: «Por favor recen mucho, mucho, por mí, porque lo necesito»”.