Este viernes los colectiveros rosarinos cumplen su tercer día de paro, en rigor es el número 79 en lo que va del año. La medida de fuerza es, otra vez, por retrasos en el pago de los salarios ante la demora de los subsidios del gobierno nacional. Y el intendente Pablo Javkin les hizo un llamado de atención: señaló que tantos días de paro, terminan en un círculo vicioso que termia por afectar el mismo bolsillo del chofer. También defendió la readecuación del sistema que este jueves aprobó el Concejo.
“Tenemos una acumulación de días de paro que atenta contra el mismo servicio”, alertó Javkin en contacto con el programa A diario (Radio 2).
“Interrumpir el servicio es peor porque se deja de recaudar y se complica el pago de los salarios, si hubiéramos podido tener todos los días la prestación del servicio, obviamente el sistema tendría más recursos, aún con los menos recursos que tiene”, señaló.
Adelantados los subsidios provinciales y municipales, falta que el gobierno nacional envíe su parte para poder completar los salarios. No es la primera vez que se retrasan; justamente esa demora disparó los seis paros anteriores que en total sumaron 76 días sin transporte.
“Reemplazar los subsidios nacionales con dinero municipal es imposible, no lo puedo hacer”, enfatizó y advirtió que además de los retrasos “burocráticos” de Nación hay otro problema, histórico: la diferencia que hace el gobierno central con las provincias.
“Un colectivo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) recibe 500 mil pesos de subsidios nacionales, en el interior, 130 mil. No hay diferencia, no es que sale más barato hacer circular el coche en el interior que en el Amba”, ilustró.
En tal sentido, Javkin anticipó que son necesarios más subsidios nacionales pero también provinciales, por la particular situación de Rosario. Por su parte, el gobierno provincial proyecta para el año que viene, mas gastos en el transporte rosarino.
En el mientras tanto, el intendente avanza con la readecuación del sistema local para adaptarlo a los nuevos requerimientos de los pasajeros que pasaron de 400 mil por día en marzo, a unos 100.
“Tenemos que adaptar el sistema a como funciona hoy”, aseveró y sostuvo que no le sirve a nadie colectivos vacíos en algunos tramos, y paradas atestadas en otros.
“Cuando hay clases la movilidad tiene una lógica, sin clases tiene otra. Tenemos líneas con mucha demanda y líneas con poquísima” dijo.