El crimen de César Roldán, el chofer de colectivos que fue asesinado de siete disparos cuando cumplía servicio en la línea 116, causó profunda conmoción entre los rosarinos. Este lunes familiares, amigos y compañeros de trabajo le daban el último adiós al hombre de 43 años.
En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el tío de la víctima lo recordó como una persona “re familiera” y que “siempre estaba pensando en sus dos hijos”. De hecho, reveló que el sábado no le tocaba trabajar, pero pidió cambiar su franco porque tenía una actividad familiar.
“Cambió el turno porque tenía que llevar al hijo a jugar un partido de fútbol. Tuvo hasta esa mala suerte”, lamentó David.
Con respecto al ataque, el familiar remarcó que “hay muchas hipótesis”, pero descartó que alguna esté vinculada con su sobrino. “César era un tipo que no tenía nada que ver. Lo mataron sin causa. No andaba en nada raro. Cuando lo necesitabas, estaba siempre ahí. Eso queda demostrado en la gran cantidad de compañeros y amigos que lo vinieron a despedir”, sostuvo.
“Anoche el gremio tuvo una reunión y le dijeron que iban a poner todo para encontrar a los culpables y esclarecer el hecho. Pero de la investigación todavía no sabemos nada. Nos dijeron que estaban investigando”, aclaró.
Por último, David insistió en el pedido que hacen la mayoría de las víctimas de la violencia en Rosario: “Que César no sea uno más de toda la violencia que está pasando en Rosario. Que se esclarezca y se haga justicia”.