Luego de la primera audiencia por el homicidio de Ivana Garcilazo, el fiscal Gastón Ávila aseguró que Damián Reifenstuel, el segundo sospechoso identificado tras la agresión a piedrazos de la joven hincha de Central, cruzó a Bolivia y hay un pedido de alerta roja de Interpol: "Tenemos un pedido de captura internacional".
"Sabemos que no pasó por un paso migratorio custodiado por Argentina, pero tenemos información fehaciente y consideramos que cruzó a Bolivia, a través de la localidad de Salvador Mazza. Hemos alertado a las autoridades de Bolivia. Lo habría hecho hace diez días, antes de que se viralicen las imágenes", anunció Ávila.
Luego, se refirió a la imputación contra Ariel Cabrera, que quedó preso de manera preventiva, indicó: "La pareja de Cabrera se hizo presente la misma noche para declarar que la persona de las imágenes era él".
En el mismo sentido, agregó: "Cabrera fue el único de los tres sospechosos que luego de la agresión decide ir a atacar al novio de la víctima. El joven frena la moto para ir a socorrer a su pareja, no para trenzarse en lucha. Se ve que Cabrera interpretó la acción de modo contrario o quiso continuar con la agresión. En el forcejeo, Cabrera se llevó la linga, la cual descartó como se ve en el video".
Luego describió el comportamiento del imputado este miércoles: "Cabrera no modificó su accionar inmediatamente, como sí lo hizo Reifenstuel incluso siguió trabajando en el club Social Lux. El cambio se dio cuando aparecieron los videos. Luego decidió presentarse cuando se vio acorralado".
Sobre el rol de los agresores, dijo: "Sostenemos que las tres personas ocupan el mismo rol, los tres caminaron 25 cuadras desde donde estaban mirando el partido hasta llegar a la zona de la cancha de Newell's, con un motivo. Cuando llegaron a Montevideo y Lagos, vieron pasar a gente de Central y los tres agarraron piedras y se la lanzaron a una persona que venía en moto en movimiento. Entendemos que los tres son culpables del homicidio de Ivana, sin perjuicio de quién haya lanzado la piedra".
Luego, Ávila cuestionó el accionar del 911: "Interpreto que es altamente irregular. Presenté una denuncia la semana pasada en la Fiscalía regional para que se investigue si hubo incumplimiento en los deberes de funcionario público o algún otro delito".
A continuación, explicó la situación: "El taxista ve lo que sucede y se dispone a perseguir a dos personas que se fueron por Montevideo hacia el lado de Ricchieri. Da la vuelta por Lagos y Pellegrini, toma Ricchieri y ve, otra vez, a estas dos personas, que toman caminos diferentes".
"El conductor –continuó– persigue a una de ellas, a la de rojo: Reifenstuel. Llama al 911 y le dice: 'Te quiero avisar que le pegaron un piedrazo a una mujer en Lagos y Montevideo, la chica está herida y estoy persiguiendo al autor'. El operador le dice que le manda el móvil policial a Ovidio Lagos y Montevideo, pero el taxista con buen tino le dice: 'No, mandámelo a Ricchieri y Zeballos, que lo estoy viendo, lo estoy persiguiendo'. Ahí el operador le contesta, 'nosotros sabemos hacer nuestro trabajo' y le cortó el teléfono".
"A partir de esta situación, consideramos que lo que podía ser una fácil aprehensión de una persona que estaba huyendo a pie, por una mala gestión de la llamada del 911, no se dio. Y hoy estamos lamentando no tener a Reifenstuel en el banquillo de los acusados", dijo y desnudó negligencia policial el día del crimen.