La falta de control de la creciente contaminación que avanza desmesuradamente sobre los distintos cursos de agua de la provincia de Santa Fe, resulta abrumadora. Tal es el caso del Arroyo Ludueña, que se le suma que el "sabalito barredor", inaugurado en 2019, se rompió, por lo que no cumple su función.
"Para nosotros es dramático y habitual, no tenemos los medios para limpiar. El Sabalito funcionó una vez como presentación y quedó inactivo. Lo cuidamos, en una tormenta grande arrancó todo y fue vandalizado", aseguró Luis, tesorero, en comunicación con De 12 a 14 (El Tres).
En ese sentido, afirmó que cuentan con 20 botes de remos con profesores y alumnos que no pueden salir. "Toda la ciudad está tomando esta agua, envases de botellas, corchos, televisores y cascos son algunos de los elementos que se encuentran en el agua", apuntó.
El "sabalito barredor" del Ludueña se inauguró en 2019, estaba ploteado como uno de los peces característicos del Paraná, que se alimenta chupando los sedimentos del fondo del río. La idea era que la basura que viene arrastrando durante toda su extensión por efecto de la correntada, no llegue al río y de esta forma construir un curso de agua con calidad ambiental para las personas, la flora y la fauna del Paraná.