Al calor de los nuevos desarrollos urbanísticos que se emplazaron en los alrededores de Rosario no sólo se generaron demandas de servicios sino también de espacios innovadores que contengan las necesidades de recreación, esparcimiento y cultura de esos habitantes -en su mayoría familias jóvenes con hijos chicos- que llegaban desde la urbe en busca de verde y tranquilidad. Así, surgieron clubes en medio de la nada, pequeños centros comerciales, ONGs y, también bibliotecas.
La Asociación Civil Biblioteca Popular de Roldán “Haciendo Comunidad” es un claro ejemplo de eso. Celebró hace pocos días su primer año desde que se constituyó con este nombre. Nació en Tierra de Sueños 3, el barrio más populoso de los nuevos que se levantaron en Roldán, a fines de 2020 en plena pandemia bajo la denominación de Biblioteca Popular Roberto Fontanarrosa, pero en octubre de 2021 lo cambiaron al actual cuando presentaron la documentación para conseguir la personería jurídica, y en parte también porque resultó tedioso conseguir los permisos para llevar el nombre del reconocido escritor rosarino fallecido en 2007.
Carolina Rossi es una de las referentes de este espacio cultural que nació por iniciativa de integrantes de la vecinal de Tierra de Sueños 2 y 3: “Desde que se conformó la Biblioteca hace dos años hemos alcanzado muchos de los objetivos soñados en aquellos primeros momentos, por lo que este aniversario de la conformación de la Asamblea constitutiva nos trae una enorme alegría. El crecimiento fue enorme, no solo en la cantidad de libros (iniciamos con 200 y hoy superan los 2000 ejemplares catalogados) sino también en usuarios y socios de la Biblioteca”, evaluó con satisfacción.
La biblioteca nace en el año 2020, a partir de un grupo de vecinos y vecinas, lectores, con inquietudes culturales, por eso hoy quienes están al frente del espacio lo entienden como un lugar de encuentro, de cultura y comunidad.
“Esta zona se encuentra alejada del ejido urbano y no había en aquel momento ninguna biblioteca o espacio cultural. En fin, surge de la necesidad y el deseo de hacer comunidad a través de la cultura y la lectura”, puntualizó Carolina.
“Fueron años de aprendizaje, de construcción, de definir metas y objetivos, en definitiva, años de hacer, de pensar qué tipo de biblioteca queremos. Creamos vínculos con otras instituciones y personas, armamos un equipo de colaboradores, participamos de múltiples eventos llevando la Biblioteca a los barrios, creamos clubes de lectura, fuimos sumando días de apertura del local, organizamos lecturas infantiles y eventos para todos y todas”, sumó la referente.
En relación a la respuesta obtenida en un barrio donde la gran mayoría de las personas que lo habitan llevan allí muy pocos, años, Carolina remarcó que siempre supera las expectativas. “Es un espacio muy buscado y cada actividad convoca más y más personas. La participación de la comunidad es activa: buscan libros e información, colaboran con donaciones, proponen y son parte fundamental de la Biblioteca”, destacó.
De acá a futuro todavía hay mucho por hacer y entro los principales objetivos que se plantean para lo que viene, mencionan como un asterisco importante el hecho de ser parte de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) así como poder tener un espacio que les permita ampliarse físicamente y poder realizar talleres, charlas, actividades, tener sala de lectura, sala digital, zoom, entre otras necesidades. “Queremos estar cada vez más presentes en los roldanenses. Soñamos con un polo cultural en nuestros barrios”, proyectó.