Ls vacunas salvan vidas en todo el mundo. Esta convicción que se instaló en el siglo XX y recibió el apoyo de la población, se vio cuestionada a partir de la pandemia de covid. Aunque habían salvado a la humanidad de la muerte y la enfermedad, las vacunas quedaron desde entonces, envueltas en controversias y los efectos indeseables de AstraZeneca derivados en demandas, no hicieron más que agitar las aguas de la credibilidad. Cómo sigue la historia tras las denuncias y por qué es importante recobrar la confianza en las vacunas y su capacidad de prevenir enfermedades y preservar la salud.

A una semana de que AstraZeneca anunciara que dejaba de comercializar en Europa la vacuna contra el covid-19, los tribunales argentinos recibieron la primera demanda pública en su contra, como así también contra la Anmat. La denuncia fue presentada en la Justicia Federal de Río Cuarto, Córdoba por parte de una mujer que reclama 100 millones de pesos por daños y perjuicios a la firma y al Estado Nacional. Y este viernes se conoció la denuncia de un rosarino que demandó al Estado por presuntos efectos adversos de la misma vacuna. 

Sobre la situación actual, Andrea Uboldi, médica infectóloga y ex ministra de Salud de Santa Fe, dio algunas precisiones, en diálogo con el programa A la Vuelta (Radio 2): “Es imprescindible que las personas que recibieron alguna dosis de la vacuna contra el covid, del laboratorio AstraZeneca, en el año 2021 (fue la época en que se aplicaron en Argentina) sepan que no hay un evento que se pueda presentar en fecha posterior al mes de haberse aplicado esta vacuna. Estos eventos que se están reportando y que generaron demandas, no se se están produciendo ahora, sino que ocurrieron tres años atrás, dentro del mes de aplicada la vacuna”, aclaró la médica desde el comienzo, a fin de delimitar las posibles consecuencias de la vacuna.

Explicó que siempre que se realizan estudios relacionados con una vacuna, se toma una población cerrada y con menor número de personas. Luego, cuando se lanza la aplicación masiva, se implementa la fase 4 –vigilancia activa– para analizar si los eventos que ocurrieron en la investigación, se presentan en el mundo real o aparece algo nuevo.

Ya en 2021 se emitió este alerta acerca de la formación de coágulos (trombos) vinculados con una respuesta del cuerpo para defenderse de la vacuna AstraZeneca, que también podía lastimar algunas estructuras vinculadas con la coagulación. Por eso, algunos países utilizaron esta vacuna en adultos y no lo hicieron en población joven, porque era en esta población joven donde se reportaba este evento infrecuente.

Quiénes pueden reclamar

 

Cuando estos eventos ocurren, los países responden a partir de su propia legislación. En el caso de Argentina, cuando este evento sucede y es adecuadamente investigado, uno puede pedir un resarcimiento al Estado por haber cumplido con una pauta vacunal y haber sufrido un efecto indeseable.

Lo que se está haciendo ahora, a partir de este evento que el laboratorio AstraZeneca reconoce, es recibir los reclamos de aquellas personas que vivieron este evento entre las 72 horas y el mes posterior a la fecha de haber recibido la vacuna, a fin de que gestionen un resarcimiento económico. Siempre que el evento experimentado, haya sido estudiado y asociado a la vacuna, luego de haber despejado otras causas.

Cómo funciona el reclamo en Argentina

 

Argentina también tiene una Ley de resarcimiento por daños ocurridos por vacuna covid. Existe una Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas, y los equipos de salud están obligados a recibir los reclamos de las personas que experimenten cualquier evento dentro del mes posterior a la aplicación de la vacuna, a fin de investigar si el evento guarda relación con la vacuna recibida.

“Para que esto ocurra –explicó Uboldi– el evento indeseable y poco frecuente, debió haber sido reportado en su momento, cuando se produjo, dentro del mes posterior a la inoculación de la vacuna, con el objetivo de que la Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas pudiera investigarlo”.

¿Se podría haber contrarrestado el efecto adverso?

 

La profesional explicó que cuando este evento ocurrió, lo que se trató de rastrear fue el perfil de la población y si había algún factor predisponente. “De hecho –subrayó– ninguna persona que hubiera tenido antecedentes de trombosis tenía mayor predisposición a experimentar estos eventos que, llamativamente, fueron más frecuentes en población joven (preferentemente mujeres); pero no se pueden asociar ni con anticonceptivos, ni con embarazo, es decir que no se pudo determinar un perfil. Cuando esto sucede (no determinación de un perfil) y los eventos aparecen ligados a la idiosincrasia o la propia respuesta individual de las personas –afirmó– no se pueden establecer medidas de prevención”.

“Sin embargo –añade– el fenómeno de trombosis (coágulos que pudieran llevar al ACV, infartos, obstáculos u obstrucciones en las arterias) era (y sigue siendo) mucho más alto por la enfermedad por covid que por la vacuna. Cuando esto se valora y contamos con una estrategia preventiva que puede provocar mucho menor daño que la enfermedad que busca prevenir (y esta estrategia de vacunación está disponible) se sigue recomendando la vacunación como una estrategia para salvar más vidas. Muchas personas fallecieron a causa del covid, por complicaciones trombóticas vinculadas con el virus en sí y no con la vacunación”.

Por qué se retiró del mercado la vacuna AstraZeneca

 

Al igual que la vacuna china Sinopharm y la rusa Sputnik, la AstraZeneca se retiró del mercado porque las plataformas (mecanismos con los cuales se producen las vacunas) no pudieron adaptarse a los cambios del virus y quedaron como vacunas viejas. “Esas vacunas se quedaron con el viejo virus ancestral de Wuhan y no son útiles para Ómicron, que es la variante que tenemos actualmente. Esa es la razón por la que fueron retiradas del mercado. En el caso puntual de la AstraZeneca –remarcó Uboldi– no fue retirada por sus efectos adversos”.

El mito de que las vacunas modifican el genoma humano y causan cáncer a largo plazo

 

Las vacunas que se usan hoy en Argentina –Moderna y Pfizer– son las de ARN mensajero, que pueden adaptarse rápidamente y van siendo modificadas, a medida que cambia el virus. El mensajero es el ARN que transmite la información para producir proteínas y está en el citoplasma de las células. “De ninguna manera –asegura la profesional– penetra el núcleo de la célula”.

“Para que ocurra transformación genética –explica– tendría que haber algún elemento que se introduzca en el núcleo de la célula. Estas no son vacunas de ADN (ácido desoxirribonucleico, que está en el núcleo de la célula), sino de ARN (ácido ribonucleico) que entra a la célula, sintetiza las proteínas y rápidamente es degradado. Por lo tanto, está demostrado que no hay posibilidad de modificación genética al usar vacunas de ARN mensajero”, aseguró.

Por qué se recomienda seguir vacunándose contra el covid

 

La especialista explica que las vacunas contra el covid disponibles hoy en Argentina son las de Moderna y Pfizer, modificadas. No son las mismas que nos aplicamos durante la pandemia, sino que se adaptaron a la evolución del virus, para dar una mejor respuesta a lo que circula ahora.

En ese marco, hay una fuerte recomendación de que algunas personas reciban más refuerzos que otras. En ese grupo entran quienes tienen más de 60 años (porque a partir de esta edad se produce el envejecimiento del sistema inmune y se registran más chances de cánceres y enfermedades autoinmunes); las personas que tienen trastornos severos de las defensas (porque por más que se vacunen, si están haciendo quimioterapia o recibiendo medicación, la respuesta puede ser variable) y las embarazadas.

“Aún sigue muriendo gente por covid, aunque no salga en la televisión”.

Estas son las personas que deben actualizar su refuerzo, si hace más de seis meses que recibieron su última vacuna. No importa si ya se recibieron cuatro, cinco o seis dosis, sino la periodicidad del refuerzo, para recordarle al cuerpo que mantenga las defensas altas. Sobre todo, en el caso del grupo descripto, ya que si bien el virus se transformó y no es tan agresivo para las personas sanas, en determinadas características individuales puede generar gravedad e internación. “Aún sigue muriendo gente por covid, aunque no salga en la televisión”.

Vacunación y respuestas están disponibles

 

La mala información y la infodemia (abundancia de información sobre el tema) causaron un arrastre hacia la confianza en las vacunas. Uboldi señaló que si bien Argentina no tiene un grupo antivacunas fuerte, sí comenzó a tener reticencia o vacilación en la vacunación.

“La antitetánica que recibimos en la doble adultos es de la India y antes la gente no preguntaba en el vacunatorio si la vacuna era rusa, india o americana, pero a partir del covid la gente empezó a preguntar por el lugar de procedencia de la vacuna. Hay un grupo que adhiere; otro grupo que pregunta algunas cosas; otro que consulta mucho más y otro que dice «voy a pensarlo». Estamos trabajando en mejorar la comunicación para lograr una mejor adherencia a la vacuna”.

“Antes –recuerda– se vacunaba en las escuelas, pero hoy, entrar a vacunar en la escuela es muy difícil porque se necesita la autorización de madres y padres y existe un dispositivo legal a partir del cual los directivos deciden que es mejor no vacunar a niñas y niños dentro del establecimiento. Cambiaron los modos, los hábitos y la disponibilidad horaria; por eso tenemos que tener mejor y más comunicación”.

En esa línea, deslizó que también se trabaja para facilitar la vacunación y hacerla más accesible: “A veces no es que la gente no quiera vacunarse; pero cuando ambos cuidadores trabajan y cumplen horarios laborales fuera del hogar, no encuentran el momento para cumplir con estos procedimientos que los ayudan a mantenerse sanos. Tanto a ellos como a sus hijos. Entonces, también estamos revisando las ofertas con otros horarios o en otros espacios. No necesariamente tenemos que vacunar en los centros de salud; también podemos hacerlo al aire libre o en los espacios laborales para que las personas no tengan que perder tiempo. También ayuda la informatización del carnet para que no haya que recordar dónde está ese documento y tener en cuenta llevarlo encima, porque ya estamos cargados en un sistema. Tenemos que avanzar al ritmo que avanza la sociedad”, concluyó Uboldi.