En Santa Fe, no ven tan posible la reapertura de las escuelas en el corto plazo, menos en las ciudades del sur provincial como Rosario. Las clases presenciales se retomarían primero en las escuelas rurales del centro norte santafesino. La mayor preocupación es el traslado de los chicos y el transporte. Con todo, ya advierten un regreso “flexible”, con períodos de cierre y apertura alternados según la situación epidemiológica. Esta tarde el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, se reunirá con sus pares provinciales para definir la vuelta de las clases presenciales de los últimos años de primaria y secundaria.
“Los más interesados en poder volver somos nosotros y para eso hemos trabajado muchísimo, pero sabemos que primero está el cuidado de la salud y de la vida”, dijo la ministra de Educación santafesina, Adriana Cantero, en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2). Al mediodía ratificó sus dichos en contacto directo con De 12 a 14 (El Tres).
Y apuntó: “Santa Fe está en un momento crítico. No podríamos producir más movimiento de gente en este momento de tanto crecimiento del contagio, sobre todo en las ciudades del sur”.
La ministra sostuvo que, en caso de retomarse la actividad presencial, será primero en las escuelas rurales del centro norte santafesino, donde, de hecho, ya se había pensando un dispositivo de regreso que tuvo que posponerse por el aumento de casos.
En el caso de las ciudades más grandes, el principal problema es son los traslados: “El peligro no es el dispositivo en sí, sino el transporte público”. La saturación de personas en los colectivos y el mayor movimiento. “Cuando los chicos son más chicos se trasladan con adultos”, señaló.
“Nosotros estamos trabajando para dispositivos de pequeños grupos, cómo sería la pequeña escuela”, explicó y dijo que en el mientras tanto, se siguen equipando las instituciones para que puedan abrir de inmediato apenas se pueda. Ambientes ventilados y buena provisión de sanitizantes, barbijos y lavamanos es clave para la escuela que viene.
Por otro lado, la ministra descartó que se vaya a usar el receso de enero como instancia de recuperación de clases ya que, explicó, las vacaciones son necesarias tanto para el docente como para los alumnos que muestran fatiga por el uso de pantallas.
Finalmente, anticipó un nuevo aprendizaje para todos: “Vamos a tener que aprender a ser flexibles, habrá momentos de abrir y cerrar y vamos a tener que vivir con ese movimiento”.