Son momentos decisivos para la provincia de Santa Fe. Por estas horas, el gobernador Omar Perotti está tomando una postura que es fundamental para la vida de los santafesinos: restringir actividades en virtud de limitar la circulación de la población para poder frenar los contagios de coronavirus. Pero es más difícil de lo que parece porque la economía juega un papel fundamental. ¿Cómo hacer que la gente se quede en sus casas y que esto no afecte a la actividad y al ritmo económico?
La periodista de Radio 2 Ivana Fux confirmó que ayer Perotti convocó de urgencia a una serie de expertos a fin de encontrar soluciones al ritmo acelerado de casos positivos y la ocupación de camas críticas. Al parecer, los especialistas presentaron dos posturas: una de “shock”, es decir, la vuelta a una fase uno, de aislamiento total, al menos por 10 días. Claro que esta alternativa es resistida por el gobierno en nombre de la actividad económica que quedaría más resentida todavía.
La otra mirada reinante entre los especialistas es la moderada, la que determina restricciones parciales, sobre todo, a las actividades sociales. Esta postura tiene más matices, y podría implicar un regreso a la llamada fase tres o dos, según las distintas opiniones.
Perotti ya se comunicó en el transcurso de la mañana con los intendentes de Rosario y de Santa Fe, Pablo Javkin y Emilio Jatón respectivamente, como hace cada vez que está a punto de tomar una decisión importante en el marco de la pandemia.
El anuncio es inminente, puede ser hoy, mañana o el fin de semana. El gobernador además de consejos y sugerencias, recibió el pedido común, tanto de expertos como de los representantes de la oposición: que la nueva medida se tome lo antes posible teniendo en cuenta que antes se instrumente, antes se plasmarán los resultados en los números de positivos que hoy en día están descontrolados.
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