El ministro de Salud británico, Matt Hancock, brindó declaraciones sobre la nueva cepa de coronavirus detectada en su país y reconoció que está "fuera de control", motivo por el cual el Gobierno tomó la decisión de endurecer las restricciones "rápidamente y con decisión". Al mismo tiempo, varios países restringieron sus vuelos al Reino Unido.
"Es una enfermedad mortal y debemos controlarla, lo cual es más difícil con esta nueva variante", afirmó Hancock en una entrevista con la cadena británica Sky News.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que permanece en contacto con las autoridades sanitarias del Reino Unido para compartir y analizar la información sobre esta mutación del covid-19, que si bien es más contagiosa no agravaría los efectos de la enfermedad.
El funcionario recordó que los casos se han "disparado" durante los últimos días y que la situación seguirá siendo difícil "hasta que llegue el desembarco de la vacuna".
"Todo el mundo, en particular quienes viven en regiones designadas Nivel 4 deben comportarse como si tuvieran el virus. Esa es la única forma de poder recuperar el control", agregó.
Hancock precisó que hasta las 22 horas del sábado habían sido vacunadas 350.000 personas.
Restricciones y éxodo
El ministro calificó de "absolutamente irresponsable" la conducta de aquellos que tomaron la decisión de abandonar tanto Londres como el sureste de Inglaterra, luego de saber que se establecería un nuevo confinamiento por el incremento de contagios vinculados a la nueva cepa.
"Los responsables médicos dejaron absolutamente claro que la gente debería deshacer las maletas", dijo en aludiendo a la petición de las autoridades sanitarias para que la gente se quede en su casa.
Londres y el sureste del país comenzaron este domingo categorizadas dentro del Nivel 4, que implica duras restricciones de circulación obligando a los residentes a no salir de sus domicilios salvo limitadas excepciones, cerrando instalaciones de ocio y servicios no escenciales e imponiendo la modalidad de teletrabajo en todos los rubros que sea posible.
La duración inicial de esta medida será de dos semanas, pero el próximo 30 de diciembre el gobierno analizará si es necesario extender el confinamiento o si es posible festejar durante la última semana navideña.
Europa en vilo
La noticia de la mutación del virus también puso en vilo a los países europeos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a sus miembros que "refuercen sus controles".
Luego de que varios países (Austria, Bélgica, Francia, Irlanda, Italia y Países Bajos) anunciaran que a partir de la medianoche del domingo se suspenderían las conexiones aéreas, y en algunos casos marítimas y ferroviarias, con el Reino Unido, los embajadores de la UE decidieron concertar una reunión de crisis el lunes en Bruselas para abortar el tema.
Alemania analizaba una medida similar y en su caso la suspensión incluiría además a Sudáfrica, donde también se halló una nueva cepa del virus, que aún está siendo investigada.
Por su parte, Estados Unidos observa "con mucho cuidado" la variante del virus, al tiempo que indicaron que aún no pensaban en la prohibición de viajar a ese país, según expresó Moncef Slaoui, asesor principal de la operación logística "Warp Speed" (máxima velocidad) del Gobierno para adquirir y distribuir las vacunas.