La Agencia Europea del Medicamento (EMA) sigue "firmemente convencida" de que los beneficios de la vacuna de AstraZeneca contra la covid-19 superan a los riesgos de efectos secundarios y por el momento no encontró "indicios" que demuestren que los casos de trombosis registrados en personas que recibieron el fármaco del laboratorio anglo sueco estén relacionados con su administración.
Así lo aseguró la directora gerente de la EMA, Emer Cooke, en conferencia de prensa en la que explicó que el organismo está evaluando "en profundidad" los casos de coágulos detectados por los Estados miembros para determinar si efectivamente están relacionados con la vacuna de AstraZeneca o se trata de una "coincidencia".
La EMA llegará a una conclusión al respecto este jueves, pero Cooke reiteró el mensaje que la institución trasladó ya en varias ocasiones desde que la semana pasada varios países informaran sobre casos de trombosis en personas vacunadas previamente con esta vacuna y una docena de ellos, entre otros España, Alemania, Francia o Italia, decidieran paralizar temporalmente las inyecciones.
Cooke señaló que miles de personas en toda la UE desarrollan trombosis cada año por una variedad de razones y que no hubo informes de aumento de coágulos de sangre en los estudios clínicos de la vacuna AstraZeneca.
Además de la EMA, AstraZeneca y la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguraron que no hay evidencia de que la vacuna conlleve un mayor riesgo de coágulos sanguíneos.
Al día de hoy existen 37 informes de coágulos de sangre entre los más de 17 millones de personas que recibieron la vacuna en la UE y Gran Bretaña, dijo la compañía.
"Esto es mucho más bajo de lo que se esperaría que ocurriera naturalmente en una población general de este tamaño y es similar en otras vacunas covid-19 autorizadas", manifestó la farmacéutica anglo-sueca.
El pronunciamiento de la EMA estuvo precedido por la decisión del Gobierno de Suecia de suspender el uso de esa vacuna. La Comisión Europea (CE), que tiene el lujo de elegir entre varias vacunas candidatas y es la encargada de negociar los pedidos de vacuna en nombre de los 27 Estados miembros del bloque, dijo que firmó un acuerdo con las firmas alemana BioNTech y estadounidense Pfizer para "acelerar" la entrega de 10 millones de dosis respecto del calendario inicial.
"Esta aceleración llevará a más de 200 millones el número total de dosis de BioNTech-Pfizer esperadas en el segundo trimestre", afirmó la presidenta de la Comisión, la alemana Ursula von der Leyen, en un comunicado.
Un segundo contrato sellado el 8 de enero abarcaba 300 millones de dosis adicionales (200 millones con una opción a 100 millones más), y hasta 75 millones de dosis disponibles a partir del segundo trimestre.
La puesta en duda de la vacuna AstraZeneca se vuelve más complicada en otros países que dependen en gran medida de la producción del laboratorio anglo-sueco, más barato y más fácil de manejar que otros fármacos.
Hasta ahora, la vacuna desempeñó un papel crucial en la iniciativa mundial para garantizar que las vacunas lleguen a los países más pobres conocidos como Covax.
La dificultad de la decisión fue clara en Tailandia, el primer país fuera de Europa en suspender temporalmente el uso de la vacuna, solo para retractarse ayer, cuando su primer ministro recibió una dosis, según publicó Télam.