Ingenieros, médicos e investigadores santafesinos siguen sobresaliendo por sus esfuerzos para ayudar a la comunidad en medio de la emergencia sanitaria por coronavirus. Muchos de ellos, con varias horas de trabajo, poco tiempo de sueño y el financiamiento que logran autogestionar.
El Tres reflejó este lunes dos historias que dan cuenta de ello: un grupo de investigadores rosarinos que elabora un dispositivo para eliminar el covid-19 con luz ultravioleta y un ingeniero nuclear de Las Rosas que desarrolla un prototipo de respirador mecánico para efectores de salud de la región.
El desarrollo local
El grupo de investigadores rosarinos incluye médicos, ingenieros y farmacéuticos. Trabajan en un dispositivo para eliminar el virus con luz ultravioleta y así poder desinfectar superficies. Para ello, intentan financiarse a través de donaciones.
En diálogo con Telenoche Rosario (El Tres) el ingeniero Maximiliano Uranga explicó que el artefacto “elimina al coronavirus y al 99.9% de virus, bacterias y hongos”.
“Está orientado a focos de alto contagio como hospitales y efectores de salud. La técnica de la luz ultravioleta ya fue utilizada en otras partes del mundo”, detalló.
Por su parte, su colega ingeniero Franco Torresetti añadió que “se debe aislar a las personas cuando el dispositivo se esté usando porque la radicación afectaría a las células humanas”.
Ambos contaron que varias empresas se mostraron interesadas en el dispositivo llamado Darpas (Dispositivo Argentino de Remoción de Patógenos en Áreas de Salud ) y por ahora realizan una campaña de financiamiento colectivo. Lo que se obtenga con ese método será donado a hospitales.
Respirador hecho en Las Rosas
El ingeniero nuclear Jeremías Butto es originario de Las Rosas, provincia de Santa Fe, pero reside en Bariloche.
Cuando se decretó la cuarentena obligatoria quedó “varado” en su ciudad de origen y en conjunto con el intendente e industriales de la zona comenzó a desarrollar en respirador o ventilador mecánico para hospitales y centros de salud de la región.
“Lo proyectamos y realizamos en 25 días; aún sin saber al principio cómo funcionaba un respirador. Se logró trabajando mucho, sin descanso y sin dormir”, resumió.