El relajamiento en las medidas de prevención del coronavirus preocupa y mucho. Ya algunas localidades de la provincia de Santa Fe tuvieron que volver a fase 1 de la cuarentena por el crecimiento de la curva de casos en los últimos días, y postales de este fin de semana en Rosario se convierten en una señal de alerta que hizo que las autoridades advirtieran sobre el riesgo que implica que se produzcan aglomeraciones. Por ahora, de todos modos, no se baraja retroceder de fase en la ciudad. Pero eso puede cambiar si, justamente por la ausencia de cuidados, la curva de casos se dispara.
Un informe presentado por el periodista Sergio Roulier en De 12 a 14, por El Tres, dejó en claro que “el distanciamiento se fue de las manos” y que el fin de semana pasó cualquier cosa menos lo que tenía que pasar.
Picnics en los parques, marchas como las de defensa de Vicentín, reclamos de justicia de víctimas de la inseguridad y la violencia, movilización de sectores provida, ferias rehablitadas y hasta concentraciones en las puertas de los bares de Pichincha generaron aglomeraciones de personas donde, en caso de que el virus hubiera estado presente en alguna persona que no lo supiera, podría haber generado contagios descontrolados.
Sin distancia social e incluso en muchos casos sin barbijo, con gente llegada de otras localidades (como en el caso de la marcha contra la expropiación de Vicentín), las concentraciones de personas alarman por las consecuencias que pueden tener. Es decir, quienes participaron de estas aglomeraciones se comportaron como si el virus no existiera. ¿Pero realmente puede asegurarse que no hay riesgo? De ninguna manera.
Frente a este panorama la ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, dijon que no está en análisis un retroceso de fase generalizado, pero advirtió: “Si en algún momento hay que tomar una nueva medida se va a tomar”.
Por eso, instó a la ciudadanía a tomar conciencia, cuidarse y ser solidarios.