Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia de coronavirus el 11 de marzo, muchos laboratorios de todo el mundo comenzaron a trabajar en una vacuna para poder proteger a la población y retornar, poco a poco, a la vida que se llevaba anteriormente. 

Las tres vacunas que actualmente están más avanzadas son las desarrolladas por Pfizer, por Moderna y por el Instituto Gamaleya, parte de la órbita del Estado de la Federación Rusa. En los últimos días se conocieron resultados preliminares de estos tres desarrollos, en los que particularmente sorprendió el porcentaje de efectividad que los expertos dicen que han mostrado.

Mientras que desde Pfizer y BioNTech aseguraron que su vacuna mostró un 90% de efectividad, los científicos rusos anunciaron un 92% en la Sputnik V. Por su parte, Moderna superó este lunes la marca que habían tocado los dos desarrollos anteriores, dado que aseguró que su vacuna tiene una efectividad de 94,5%

Para los tres casos, los resultados divulgados fueron preliminares.

Un detalle importante para destacar es que en los tres casos se hicieron los anuncios con los resultados preliminares de la fase 3 de investigación. Las empresas esperan que estos datos se confirmen al finalizar esta fase, pero eso se sabrá cuando los hallazgos concluyentes sean publicados en las revistas científicas. 

Cuales son las diferencias entre estas vacunas

 

El investigador y docente Emilio Malchiodi le dijo a la agencia Télam que las tres vacunas "son innovadoras ya sea porque utilizan una nueva tecnología (ARN mensajero) o bien porque utilizan dos vectores virales diferentes para cada dosis". 

"De las once vacunas que se encuentran en fase 3 podemos distinguir las que utilizan tecnología más tradicional, como tres de las desarrolladas en China que usan virus inactivados; las que usan adenovirus (como vector viral) donde 'insertan' el gen de la proteína espiga del coronavirus, y las que usan ARN mensajero que son las más innovadoras", describió a Télam Malchiodi, Profesor Titular de la Cátedra de Inmunología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA y Director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral (UBA-Conicet).

Sobre la Sputnik V, la vacuna desarrollada por los rusos, Malchiodi aseguró que "es una de las que utiliza adenovirus". "Los adenovirus, entre otros incluyendo coronavirus menos agresivos, son virus que provocan resfriados comunes en los seres humanos".

El investigador del CONICET, que además es miembro de la Sociedad Argentina de Inmunología, agregó que "tres de las once candidatas (Cansino, Janssen y Sputnik V) utilizan adenovirus humanos, mientras que otra (AstraZeneca) usa un adenovirus de chimpancé".

La vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya utiliza dos adenovirus que se aplican en las dos dosis necesarias. La idea de esta decisión es que el cuerpo pueda desarrollar una respuesta inmune más fuerte y efectiva. Así lo confirmaron desde el propio Instituto Gamaleya en una conferencia de prensa que brindaron para América Latina vía virtual.

Dos de los principales desarrolladores tienen algo en común.

Si bien son laboratorios diferentes y trabajan por separado, los desarrollos de Pfizer y Moderna tienen algo en común: el ARNm, es decir, el ARN mensajero. Esto es la tecnología que se encuentra dentro de la vacuna, aquello que hará que el cuerpo genere anticuerpos contra el Covid-19 y pueda neutralizar el coronavirus. 

Pfizer y Moderna comparten tecnología

 

Sobre estas vacunas el experto señaló que "se trata de una tecnología absolutamente novedosa para vacunas que lo que hace es utilizar nanopartículas para transportar el material genico del virus contra el cual se quiere inmunizar".

A su vez, agregó que "la membrana que rodea nuestras células es una bicapa lipídica (de lípidos); las vacunas con RNA mensajero lo que hacen es crear nanopartículas con una bicapa lipídica y dentro de éstas se incorpora el material genico, en este caso de la proteína espiga"; describió el investigador.

Entonces, el funcionamiento sería de la siguiente manera, de acuerdo lo ha descripto Malchiodi: "al ingresar al organismo esas nanopartículas se van a fusionar con las membranas de las células (porque ambas son bicapas lipídicas) y se va a 'liberar' dentro de la célula el material que codifica para la proteína espiga; el organismo comienza a producir la proteína y el sistema inmunológico reacciona, igual que hace cuando ingresa transportada por un adenovirus".

Sobre la tecnología que usan estas vacunas, el experto consideró que "si demuestran que funcionan, las vacunas basadas en ARN mensajero va a ser una tecnología muy usada de aquí en más porque permiten adaptar con facilidad la vacuna ante, por ejemplo, una mutación fuerte del virus".

La gran pregunta: ¿son seguras estas vacunas?

 

En relación a la seguridad de los desarrollos el experto indicó que "todas las empresas pueden garantizar que las vacunas son seguras por el tiempo que se las ha aplicado, no se puede decir más sobre la seguridad a largo plazo porque tiene que ver con la interrelación entre la molécula y el organismo, y eso sólo se puede comprobar con el tiempo; hasta el momento ninguna de las que están publicadas provocó efectos adversos graves".

ºSi bien hoy se puede garantizar que las vacunas son seguras, no hay certezas sobre sus efectos en el largo plazo.

Existe un temor muy particular sobre las vacunas que contienen contenido genético del virus. El investigador Malchiodi explicó que "una persona desde que nace recibe virus, bacterias y parásitos en cantidades; todos estos patógenos están vivos e ingresan con su carga génica pero este material no se incorpora en el ADN humano, entonces no sería esperable que el ARN viral de las vacunas lo haga".

Para mayor tranquilidad, agregó: "Los seres tan desarrollados como nosotros desde el punto de vista evolutivo tienen mecanismos como para combatir eficientemente la incorporación de ácidos nucléicos extraños, sino ya no seríamos humanos".