Dentro de la comunidad científica ya se tiene más claridad sobre cómo se puede enfrentar el virus y qué medidas se pueden tomar para tratar de volver a la normalidad. Muchos los investigadores aseguran que es poco común contagiarte de coronavirus entrando en contacto con una superficie contaminada, así como también durante un encuentro fugaz y al aire libre. En cambio, una de las circunstancias más comunes para los contagios serían los encuentros cara a cara y las interacciones entre personas durante períodos prolongados.
Los escenarios donde el riesgo de contagio es alto son en eventos masivos, en los espacios mal ventilados y en los lugares donde la gente habla en voz alta o canta, así lo determinan un grupo de expertos citados por un artículo de The Wall Street Journal.
Estos descubrimientos y acuerdos recientes entre la comunidad científica están ayudando a las empresas y a los distintos gobiernos a idear estrategias de reapertura que no pongan en riesgo la salud pública, mientras las economías vuelven a ponerse en marcha.
Las estrategias incluyen la instalación de barreras de plexiglás o polimetilmetacrilato, la exigencia y extensión del uso de máscaras faciales en tiendas y otros espacios de tránsito, la implementación de buenos sistemas de ventilación y el mantenimiento de las ventanas abiertas cuando esto sea posible.
Los resultados de las últimas investigaciones, viendo las medidas que se tomaron en distintas ciudades, demostraron que las cuarentenas en efecto previnieron millones de infecciones y muertes en todo el mundo. Sin embargo, ahora que se conoce más acerca del coronavirus, las ciudades pueden implementar distintos mecanismos para evitar que contagios masivos en la población.
En todos los casos, las recomendaciones para llevar adelante una reapertura incluyen los testeos masivos, el rastreo de contactos y el aislamiento de personas infectadas o potencialmente expuestas al virus.
Un factor importante sobre la transmisión del virus es que acciones que pueden ser inofensivas como hablar y respirar producen partículas respiratorios que pueden dispersarse a lo largo de las corrientes de aire y potencialmente infectar a las personas cercanas.
Hasta ahora, los autoridades sanitarias identificaron el contacto de las personas con microgotas respiratorias como el principal modo de transmisión de covid-19. Estas pueden pasar de una persona a otra si caen en los ojos, la nariz o la boca. Pero generalmente tienden a caer al suelo o sobre otras superficies con bastante rapidez.
Algunos expertos afirman que el coronavirus también se puede transmitir a través de gotas aún más minúsculas que flotan en el aire más tiempo que las grandes, y que pueden ser inhalados directamente.
La ventilación suficiente en los lugares que la gente trabaja o permanece por periodos prolongados es muy importante, dijo Yuguo Li, uno de los autores del estudio y profesor de ingeniería de la Universidad de Hong Kong. La ventilación adecuada, en la que se fuerza el aire hacia el techo y se bombea hacia afuera, o que implica la entrada de aire fresco a una habitación, diluye la cantidad de virus en un espacio, reduciendo el riesgo de infección.
Otro factor de contagio para el coronavirus son las exposiciones prolongadas. Generalmente implica periodos de más de 15 minutos de contacto desprotegido con alguien a menos de 2 metros de distancia, dijo John Brooks, director médico de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, a cargo de la respuesta al coronavirus.
Políticas cambiantes
En base a lo que ahora se sabe del virus y cómo se contagia, algunas políticas sanitarias están cambiando. El protocolo estándar cuando alguien que da positivo es ponerlo en cuarentena en su casa. Algunas ciudades ofrecen alojamiento temporales gratuito donde las personas infectadas pueden permanecer de manera voluntaria, para evitar transmitir el virus a los miembros de la familia, según publicó Infoveloz.
El Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) instó recientemente a los estadounidenses a que sigan usando máscaras y a mantener la distancia social mientras los estados reabren sus economías. “Cuanto más se interactúa con los demás, cuanto más dura la interacción, mayor es el número de personas involucradas en la interacción, mayor es el riesgo de propagación de covid-19”, dijo Jay Butler, funcionario en CDC.
Si el número de casos de covid-19 comienza a aumentar dramáticamente a medida que los estados se vuelven a abrir, “es posible que se necesiten nuevamente esfuerzos de mitigación más extensos, como los que se implementaron en marzo”, agregó.