Que sí, que no. El uso de ivermectina contra el coronavirus, a pesar de no estar habilitada, genera polémica. Para profesionales médicos y sus pacientes, el antiparasitario atenúa los síntomas del covid, tanto es así que, según cálculos del Colegio de Farmacéuticos en Rosario detectaron un aumento exponencial de la demanda por este producto. Sin embargo, no todos los médicos están de acuerdo en transgredir esta prohibición. Una de ellas es la infectóloga Carolina Subira, quien descarta su prescripción de plano.
En diálogo con Radiópolis, el programa de Roberto Caferra en Radio 2, la médica aseguró que no existen estudios que demuestren que la ivermectina reduzca la mortalidad de los pacientes con coronavirus ni una disminución de la carga viral en las vías respiratorias. “No demuestra una diferencia, no ha logrado reducir la carga viral. En los estudios in vitro no se logró relacionar con mejoras o disminución de la mortalidad que es lo que queremos ver”, indicó.
La profesional sostuvo que hay dos tipos de estudios sobre la aplicación de esta droga: los mal diseñados y aquellos que están bien diseñados pero no logran mejorías clínicas por eso motivo, “más allá de que esté disponible y sea económica, hay riesgo de toxicidad, no se ha logrado consenso entre los expertos para recomendarse como un tratamiento válido”.
Consultada sobre los médicos que recetan ivermectina, manifestó: “Me preocupa porque la Sociedad Argentina de Infectología no recomienda su uso, no sé con qué aval recomiendan su uso”, dijo y confió que han hablado con cada uno de los doctores que la recetan: “No discutimos opiniones personales sino trabajo científico basado en evidencia científica, si es sólida para recomendar un tratamiento u otro, entonces se analizan distintos escenarios, si es beneficioso y hasta ahora hay poco que incline la balanza”, observó.
Tampoco avaló la droga a modo preventivo. “Hasta ahora no se ha demostrado que prevenga el contagio, no está recomendada como profilaxis”, indicó y advirtió sobre las consecuencias negativas de la automedicación: “Se una dosis 10 veces superiores, entonces podemos anticipar efectos adversos tóxicos, ha habido fallas hepáticas en uso no controlado y trastornos en la médula ósea. Entonces sí hay consecuencias negativas de su uso no controlado como pasa en todos los medicamentos no controlados, incluso con la aspirina”, remarcó.
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