Artistas y trabajadores de la cultura autoconvocados realizaron este miércoles en Rosario un "cacerolazo cultural", en coincidencia con otras ciudades del país, contra contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la denominada ley Ómnibus, que este miércoles seguía en debate de comisiones en Diputados.
En la convocatoria nacional, la agrupación Unidos por la Cultura llamó a manifestarse con cacerolas, entre las 19 y las 22 bajo el reclamo a los diputados y senadores que “legislen a favor del pueblo”.
En Rosario, se realizó una marcha hacia la plaza 25 de Mayo, desde la explanada del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (peatonal San Martín y San Luis), con intervenciones artísticas y con carteles, comandados por una bandera que rezaba: “Encendamos la lucha contra el apagón cultural”.
Entre las decenas de manifestantes marcharon trabajadores de diversos sectores como bibliotecas populares, teatros, danza, escritores y libreros, así como activistas ecologistas y por la diversidad.
“La defensa de la cultura compete a todas las personas, compete a la identidad de un pueblo. No podemos dar un paso atrás con los derechos conquistados, los necesitamos para vivir”, expresó al móvil de Telenoche (El Tres) una joven del Bloque Antirracista Rosario.
Frente a la plaza 25 de Mayo y hacia el municipio, jovenes realizaron una pintada de color blanca en el pavimento con la consigna “La cultura es la sonrisa”, mismo nombre de una canción de León Gieco.
Una mujer consultada sobre su apreciación del DNU y la ley Ómnibus que se debaten desde el martes en el Congreso, precisó: “Las leyes de Milei van contra el pueblo y las empresas nacionales. Espero que haya reflexión y la gente se movilice en todo el país”.
Un operativo de tránsito desviaba en varias arterias y efectivos policiales se apostaron en la puerta de la Catedral, aunque la convocatoria se realizaba de manera pacífica.
El cineasta Gustavo Postiglione precisó que “la cultura y el arte son derechos adquiridos" y agregó que el avance del DNU "significaría que desaparezcan institutos pero también implica grandes pérdidas de trabajo para los trabajadores de la cultura. Avasallará y hará desaparecer nuestra actividad".
La actriz Laura Copello reflexionó: “La produccion cultural de Rosario, y del país, está absolutamente ligada a organismos del Estado. Esos organismos según las leyes que se estan debatiendo serán desfinanciados o directamente eliminados. El Instituto Nacional del Teatro, el Fondo Nacional de las Artes desaparecerían, el INCAA y las bibliotecas populares serían desfinanciados. Hay una ley del libro que protege el modo en que se distribuyen los libros, que tambien se derogaría. Es mucho lo que se pierde”.
El director de la librería y editorial Homo Sapiens, Perico Pérez, destacó: “Somos miles de agentes culturales afectados entre muy variados sectores por la ley Ómnibus. Y a eso se suma que es importante que los sectores populares accedan a la cultura, son grandes sectores de la sociedad que quedarán excluidos”.
La semana pasada, unas 400 personas de forma presencial, y otras centenas en forma virtual por Meet, formaron parte de una asamblea en el espacio cultural Atlas para debatir en torno a su desacuerdo con el paquete de medidas, sobre todo las afectan específicamente al sector de la cultura.
Fueron parte de la asamblea actores, escritores, músicos, artesanos, ambientalistas, libreros, feriantes, artistas plásticos y del cine, así como referentes de sindicatos Amsafé Rosario, CTA autónoma y Sadop, integrantes de partidos políticos y trabajadores de bibliotecas populares y de espacios culturales.
Fue en ese marco que se definió adherir al cacerolazo organizado de forma nacional, además de otra asamblea el 20 de enero (lugar a definir), una participación activa en el paro nacional convocado por la CGT para el 24 de enero próximo.