Rubén Paredes Rodríguez es uno de los especialistas rosarinos especializados el conflicto en Medio Oriente, quien lo investiga desde hace más de 20 años. Dirige el Instituto Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico (IREMAI) de la UNR y el Grupo de Estudios del Medio Oriente (GEMO) de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

Luego de más de dos meses de recrudecimiento con la invasión de las Fuerzas de Defensa israelíes tras el pogrom del pasado 7 de octubre, el conflicto lleva más de 18 mil muertes palestinas. El especialista rosarino en el asunto brindó su análisis, consultado por Rosario3 en torno a quiénes financiaron a Hamas, cuál es el rol de Irán, lo que se espera en las próximas semanas con la llegada del invierno, y esbozó en torno a la problemática del futuro cercano en torno a una reconstrucción del territorio gazatí.

Entre los lineamientos que planteó Paredes Rodríguez*, aclaró que este conflicto no se volvió ni volverá una guerra mundial, ya que “el de Gaza es un asunto que Irán no quiere meterse”, en detrimento de lo que piensan otros analistas, ya que “es Qatar el país que financió a Hamas para este ataque”.

Lamentó que “los gazatíes tienen el futuro hipotecado, ya que no hay salida diplomática sobre su reconstrucción ni país que quiera hacerse cargo de esto”. Y adelantó que “se espera que en enero finalice el conflicto por la llegada del invierno”, y ante la presión mundial de que eso suceda, la ofensiva israelí sobre gaza se está intensificando mas en estas últimas semanas, en su objetivo de terminar con la existencia de Hamas. Sin embargo, para Paredes Rodríguez, aunque Israel encuentre y mate a los dos ideólogos de la Tormenta de Al Aqsa, “eso está lejos de terminar con la existencia de Hamas, como ocurrió con Isis”.

Además, si bien no descartó que existan atentados en cualquier parte del mundo, desestimó que se realice alguno que conlleve altas consecuencias, de la mano de “lobos solitarios” adoctrinados de forma remota por Hezbola, “como ocurre cada tanto en Europa, y como lamentamos con la muerte de cinco rosarinos en el Central Park de Nueva York”.

Rosario3: —El conflicto en Oriente Medio fue el primero de los 10 temas más buscados en el mundo en Google en 2023, aun habiéndose desatado en los últimos tres meses del año. ¿Cómo analizas el interés que despierta en las sociedades éste por sobre otras decenas de conflictos?

Rubén Paredes: —Este asunto había perdido sustancia en la agenda internacional, y a partir del 7 de octubre vuelve a estar en primera plana. Netanyahu había logrado encapsular el conflicto, volverlo un asunto de naturaleza doméstica. No se discutía hacía un tiempo, en la región ni en el mundo.

Cada vez que hay escaladas, es un conflicto que genera posiciones encontradas, y posiciones irreconciliables en la ciudadanía, que se inclina a un lado o al otro, superando incluso las posiciones sobre fútbol.

En el marco de esta 4° Revolución Industrial en la que vivimos, las tecnologías de la información llevan a que se busque todo tema de interés en los buscadores al alcance de los celulares, como en este país es Google. Pero siempre aparecerán los resultados según tus inclinaciones, tus notas más leídas, por cómo funciona el propio algoritmo. Por lo que la información puede ser llena de sesgo, si se quiere uno informar sobre este conflicto en Medio Oriente con su complejidad.

En el mundo hay otros canales de información, como son las comunidades de Telegram, donde la información que transita es encriptada, y por eso la gente no sabe los orígenes de la información, ni el algoritmo sabe sobre los usuarios.

Ese sesgo lleva a que la gente tome la información radical: para el lado palestino o el israelí. Se suma a que la guerra en imágenes fueron claves para tomar posturas para un lado u otro, viendo a los niños gazatíes heridos ó los ataques violentos en la fiesta Nova y los pueblos en el sur de Israel.

Una guerra siempre tiene muchas dimensiones: lo territorial, lo discursivo de los diplomáticos, y las imágenes. Esta última Israel la comenzó ganando porque se vio que fue un país víctima del ataque terrorista de Hamas y dejó 1200 muertos, tomando los rehenes. Pero desde su incursión a Gaza con miles de muertos y destrucción, desde entonces la está perdiendo.

La “start up nation” no pudo prevenir este ataque, siendo que su servicio de inteligencia y su ejército son mundialmente de avanzada.

Me llamó la atención que, de las primeras rehenes liberadas, una de las mujeres mayores, de apellido Lifschitz, relató en una entrevista que se sabía que un ataque así iba a ocurrir. La propia damnificada dijo que se daban cuenta que había movimientos extraños del otro lado de la frontera, siendo ella una ciudadana de un kibutz cercano a Gaza. La opinión de esa mujer no fue amplificada por los medios, y quedó en el olvido. Mi hipótesis es que la información sobre el ataque, Israel la tenía, pero la analizó mal.

—¿Cuál es tu postura sobre la sospecha que Netanyahu haya sabido que esto iba a suceder y que sería excusa para avanzar sobre Gaza?

—Es posible. No olvidemos que la política que viene desarrollando Netanyahu en el último año fue junto a sus aliados de la coalición ultra nacionalista religiosa, cuyos funcionarios líderes quieren la gran Israel con la conjunción de Judea y Samaria.

Mas allá de la crisis doméstica que venía viviendo Israel por la reforma judicial que miles de ciudadanos se oponían, hay que recordar que este año Netanyahu movilizó 22 batallones desde la Franja de Gaza al lado Cisjordano por un conflicto con esos colonos que se fue profundizando. Y esa es la causa por la que la Defensa de Israel demoró mucho en volver a neutralizar la zona de Gaza.

Pienso que se subestimó a Hamas poniéndole la zanahoria delante durante estos últimos años.

—¿De qué manera?

—Para evitar que haya un plan de paz de dos Estados (que es la idea ortodoxa), Netanyahu pensaba que había que fortalecer a Hamas. No se dice abiertamente, pero la práctica fue un bloqueo económico desde la desconexión en 2007, y en 2021 desde Hamas dijeron en la pos pandemia que no iban a hacer ataques y se iba a concentrar en la reconstrucción de Gaza luego de una operación israelí. Y se permitió que 30 mil gazatíes salieran a trabajar a Israel. Esa apertura económica, empoderó a Hamas, sumado al permiso para que Qatar pague los salarios del gobierno en Gaza, y el dinero que el gobierno que Qatar les dio para llevar adelante la reconstrucción. Se pensaba que Hamas iba a mantenerse al margen de un conflicto.

Esto permite entender las operaciones que hizo Israel desde marzo hasta el 7 de octubre, que pocos recuerdan, llamada operación “Arco y flecha”, que era de ataque selectivos por parte de Israel de manera sistemática a los lugares donde sospechaba que había miembros de la Yihad Islámica (que es una agrupación en Gaza que responde directo a Irán).

Durante esos meses, Hamas se mantenía al margen de esa operación israelí. Con los milicianos de la Yihad Islámica hubo también daños colaterales: morían gazatíes, y sin embargo Hamas no respondía. Esto Israel lo leyó como una disputa entre Hamas y la Yihad Islámica, y eran supuestas señales de que no iban a hacer ningún tipo de ataque.

Por eso el 7 de octubre fue un golpe fuerte a la moral del pueblo israelí, del propio ejército y del servicio de inteligencia. No lo sabía el Mossad que se jacta de ser de los mejores del mundo. Esta conjunción de factores sorprendió al Gobierno y generó la necesidad de actuar, porque no solo fue histórico que ingresaron al territorio sino que se llevaron tantos rehenes. Hoy siguen allí 138.

La fuerza militar que pueda tener Israel se diluye cuando su incursión es cuerpo a cuerpo en el terreno. El miércoles 13 de diciembre fue el día más sangriento para Israel después del 7 de octubre, porque murieron 10 soldados: encontraron un supuesto túnel y era una emboscada.

—¿Este conflicto se va a volver una guerra mundial con la participación de Irán?

—Hay que hacer un análisis agudo. Se dijo en primer momento que esto iba a tener impacto global. Pero tras el 7 de octubre los actores buscaron que el conflicto no sea siquiera regional.

Israel dijo que es una guerra multi frente, porque hubo enfrentamientos con Hezbollah en la frontera con el Líbano, Siria y los hutíes en Yemen. Pero a pesar de su repercusión mundial en medios, no se volvió ni siquiera regional porque Irán este año había logrado negociar que se levante una sanción por parte de los Estados Unidos por seis mil millones de dólares.

Además, hay una cuestión central: desde lo discursivo la República Islámica de Irán sostiene que hay que borrar a Israel del mapa y echarlos al mar, ésta no movió un dedo en apoyo a Hamas.

El vínculo de Irán con Hamas se alejó desde la Primavera Árabe, porque Hamas apoyó la caída de la Primavera Árabe en Egipto, y apoyó la caída de Bashar Al Asad en Siria (aliado natural de Irán).

Se piensa públicamente que Irán va a apoyar a Hamas, pero el vínculo hasta el 7 de octubre no era cercano. Ni Irán ni Hezbollah sabían de este ataque.

Cuando hizo su discurso Hasan Nasrallah (secretario general de Hezbollah), él aseguró que no intervino en este ataque. Hezbollah responde abiertamente a Irán, e Irán no quiere entrometerse por su acercamiento al vínculo con los Estados Unidos.

Otra cuestión se suma, dentro del mundo árabe, muchos países no quieren a Hamas, porque es de la Hermandad Musulmana. Para Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, es un grupo terrorista. Por ende es un escollo. El único país mediador por ende es Qatar.

Discursivamente Israel relaciona Hamas con Isis, y por eso dijo que hay que terminar con este de la misma forma que se hizo con Isis. Pero Isis no desapareció, sigue operando, perdió territorio en Irak y en Siria. Sigue operando, tanto en el norte de Irak como en Siria. Y está en Afganistán también.

Isis prolifera mundialmente de manera virtual, está en la tecnología 2,0. Lo mismo puede pasar con Hamas. Aunque maten a los dos ideólogos en Gaza, Hamas va a seguir operando desde Qatar.

—Israel tiene como objetivo terminar con la existencia de Hamas y que Gaza pase a ser reorganizada ¿De qué manera?

—La guerra tiene tres fases: la primera el ataque aéreo, la segunda es la incursión en Gaza, y la tercera será una nueva realidad de seguridad. Actualmente se está atravesando entre la segunda y la tercera fase.

Se propuso primero destruir a Hamas, luego recuperar a los rehenes y finalmente hacer de Gaza una “zona segura”. La pregunta es ¿qué entiende Israel por zona segura? Gaza se está convirtiendo en una plaza seca.

¿Qué se interpreta por lo que quiere implementar como “una zona de seguridad”? ¿Recuperar el territorio? ¿Generar canales de ingreso rápido para atacar esporádicamente cuando se sospeche que hay movimientos de Hamas? Si uno de sus objetivos de máxima es destruir Hamas, ¿para qué querés una zona de seguridad si supuestamente lo destruiste? Eso significa que no lo va a destruir definitivamente.

Cabe recordar que Israel negoció hace años el intercambio del soldado Gilad Shalit por 1027 presos palestinos en 2011. Entre estos 1027, fueron liberados los dos artífices de la incursión del 7 de octubre, Mohammed Deif y Yahia Sinwar.

Supongamos que Israel logre matar a estos dos ideólogos de la masacre del 7 de octubre. Cabe entender que las cabezas políticas de Hamas se encuentran en Qatar. Por lo que Hamas seguirá existiendo.

Hamas responde a la Hermandad Musulmana, el grupo islamista más antiguo de Medio oriente, creado en 1928, y que han ido mutando con el paso del tiempo. Ellos lideraron Egipto hasta la Primavera Árabe, y después se fueron a Qatar. La hermana federada de estos es Turquía.

—¿Quién se hará cargo de reconstruir el territorio gazatí cuando se termine la incursión israelí?¿un país neutral? ¿los gazatíes?

—Esta guerra tiene un número de muertos superior a todas las incursiones anteriores en el terreno. Se cuentan más de 18 mil muertos, y es muy duro, ya que en su mayoría son niños. La devastación sobre Gaza y la falta de un programa político para encontrarle una solución a lo que se hará con ella, son evidentes.

Alemania planteó que se haga cargo una fuerza árabe. Pero ningún país árabe quiere meterse y tener peleas fraticidas. Ni Egipto ni Jordania quieren que se dé una nueva nakba (el momento en el que debieron abandonar sus hogares por la fuerza y trasladarse principalmente a Gaza y la Ribera Occidental, los actuales territorios palestinos), ni tampoco tener refugiados sobre su territorio.

Se ha hablado de que una autoridad palestina renovada propia sea la que se haga cargo de Gaza (no que quede en manos de la ANP de Cisjordania). Pero genera interrogantes porque para ello, si se llama a elecciones para que gazatíes elijan, puede volver el mismo efecto de 2006: que gane Hamas. Entonces es una encrucijada: quieren la democracia, pero si el resultado no es el esperado, se realiza un bloqueo de nuevo.

Los niños gazatíes mutilados, empobrecidos y que hoy viven sin alimento ni agua, en unos años no van a crecer con un pensamiento de paz hacia Israel. Es un futuro hipotecado. Las escuelas donde estudiaban fueron destruidas, y ahora serán campos de refugiados.

Una cosa es el accionar de Hamas que es condenable, y otra es la situación del pueblo gazatí, que viene padeciendo el asedio desde 2007.

No se ve una salida diplomática del conflicto, e Israel está perdiendo la guerra por su imagen pública, sumado a que su incursión en Gaza puede generar que termine matando a los rehenes israelíes también.

—¿Que se espera en el futuro próximo?

—La Asamblea de las Naciones Unidas votó con 153 países a favor de exigir cese del fuego (que Argentina con el nuevo gobierno se declaró neutral).

Se espera que finalicen las hostilidades en enero. La presión internacional está reclamando que el conflicto finalice la primera semana de enero. Porque viene el invierno en medio oriente, y la infraestructura fue destruida, al no haber gas no hay calefacción, y ya están apareciendo epidemias como cólera, sarna, fiebre tifoidea.

Ante la presión de que paren la incursión en enero, por eso los ataques israelíes sobre Gaza se están intensificando para avanzar todo lo posible hasta el cese y matar a los de Hamas.

—¿Pensás que habrá ataques terroristas para las fiestas de fin de año como se anunció?

—Hezbollah opera en varios países. En la triple frontera de Argentina Paraguay Brasil, en Bolivia, en Venezuela. Tiene muchos negocios en crimen organizado.

Puede que haya algún ataque de células tipo lobos solitarios, que fueron adoctrinados de forma virtual, que apoyan causa palestina o de Isis. Como ocurrió en varios países de Europa, y como fue en el Central Park con el que manejaba el camión y mató a los rosarinos. Son atentados de bajo presupuesto y baja logística.

Las alertas deben estar encendidas en todos los pases porque los lobos solitarios no son orgánicos, son adoctrinados de forma remota, y pueden tomar la decisión de forma sorpresiva de algún ataque.

(*) Rubén Paredes Rodríguez, es licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), máster en Integración y Cooperación Internacional y Doctor en Relaciones Internacionales por la UNR. Director adjunto del Instituto Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico (IREMAI) de la UNR y coordinador del Grupo de Estudios del Medio Oriente (GEMO) de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

Es profesor Titular de Economía Internacional y del Seminario Religión, Política y Economía en las Relaciones Internacionales del Medio Oriente y Norte de África. Miembro del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR), del Grupo de Investigación de América Latina- Medio Oriente y del Centro de Investigaciones de Política y Economía Internacional (CIPEC).