La educación de Singapur volvió a consolidarse como la mejor del mundo por amplio margen, gracias a que los estudiantes de esta ciudad-estado asiática obtuvieron los mejores resultados en las pruebas del Programa para la Evaluación Inernacional de los Alumnos (Pisa, por sus siglas en inglés), realizada cada tres años por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
Los datos que se desprenden de la evaluación, que tiene el propósito de medir las habilidades y conocimientos de los estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias, dejaron a Singapur muy por encima de Japón, segundo en el ranking.
En el caso del desempeño de los alumnos en matemáticas la brecha entre el primer y segundo lugar fue de 39 puntos, según el reporte publicado este martes. Singapur obtuvo 574 puntos y Japón 535.
Otros países que consiguieron buenas puntuaciones entre los 81 estados y regiones evaluadas fueron el enclave chino de Macao, Taiwán, Japón, Corea del Sur y Estonia. Todos ellos se ubicaron entre los diez primeros en cada una de las tres categorías principales.
Con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de USD 72.794, según datos del Banco Mundial, y una población de poco menos de seis millones de habitantes, Singapur es uno de los países más ricos del mundo.
Cómo es el método de Singapur para enseñar en escuelas
Los resultados cosechados por los estudiantes de Singapur son casi una excepción en el mundo. El último reporte Pisa registró una caída global de 15 puntos, hasta 472, en el promedio de matemáticas de los estudiantes de los países y regiones evaluadas, en comparación con los anteriores exámenes realizados en 2018.
Durante más de una década, Singapur y otros países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán y Japón han liderado las listas de clasificaciones internacionales que miden la capacidad de los niños en lectura, matemáticas y ciencias.
En el caso de Singapur, su método recoge lo mejor de diferentes enfoques pedagógicos de todo el mundo, entre ellos el método Montessori. El propósito de esta estrategia es fomentar la comprensión profunda de los conceptos matemáticos, en lugar de la memorización de fórmulas y procedimientos.
En general, la enseñanza en colegios de Singapur es uniforme en todos los niveles y adopta una variedad de tradiciones pedagógicas tanto orientales como occidentales, con un fuerte enfoque en los ejercicios prácticos.
Los docentes enfatizan en instruir a sus alumnos en el dominio de procedimientos específicos y la capacidad de representar problemas con claridad, especialmente en matemáticas.
El régimen de enseñanza de Singapur se centra principalmente en la transmisión del conocimiento de la currícula convencional y el desempeño en los exámenes. De allí se desprende su eficacia, ya que ayuda a generar resultados sobresalientes en las evaluaciones internacionales.
Entre las características principales de este sistema se destaca el trabajo para reforzar los conocimientos que se han ido adquiriendo cada vez que se enseñan otros nuevos. Los estudiantes van asimilando conceptos desde lo concreto a lo abstracto.
Al describir este método se pueden distinguir tres etapas o fases que buscan asentar los conocimientos más sencillos para dar lugar a la comprensión de aquellos más complejos:
- Proceso enactivo: se utilizan objetos manipulables, reales y cercanos al niño para el entendimiento de conceptos.
- Proceso icónico: los alumnos crean representaciones gráficas para comprender procesos matemáticos y problemas. En esta etapa entra en juego el modelo de barras, cuya idea es representar la cuestión planteada para visualizarla y entenderla.
- Proceso simbólico: es la etapa de abstracción, formulaciones y algoritmos más complejos.