La Asociación Casco Histórico hizo un relevamiento en Rosario luego de que se especulara desde el municipio con que el boleto aumente a mil pesos, y advirtió de posibles "pérdidas de 4 mil puestos de trabajo directos e indirectos".
En un comunicado explica que este panorama es por el riesgo de cierres de comercios o reducción de personal “ante la drástica caída en el consumo, sumada la ya registrada por recesión vía licuación de salarios, como así también una quita de personal del transporte público por reducción de frecuencias por no ser sostenible el sistema frente la baja histórica de usuarios que se avecinaría”.
Observaron que “este número es un potencial posible de mínima” de acuerdo a entrecruzamientos entre su base de datos, consulta a referentes de distintas áreas del centro e información brindada por el Observatorio Social del Transporte, y encuestas de origen y destino.
Según advirtieron en un comunicado los miembros de Casco Histórico, “se avecina un dramático cambio cultural en la forma en que nos movemos y relacionamos”, producto de que “será inaccesible ir al centro de compras, pasear o trabajar. A la baja en ventas vía licuación de salarios, se suma el tarifazo de transporte público”.
Desde Casco Histórico explicaron que perder tantos puestos de trabajo es un panorama posible producto de los sucesos económicos del último tiempo: “La baja de cerca del 40 por ciento del consumo que ocurrió en enero, por licuación de recursos familiares vía inflación, luego de la mega devaluación del 120 por ciento en diciembre, el DNU vigente (que desregula a las prepagas por ejemplo), y los decretos que derogan innumerables regulaciones, harán un combo explosivo en los próximos meses. Un verdadero calvario para el comerciante del centro, aun sin estar los aumentos de tarifas vigentes”.
Adelantaron que “si el gobierno municipal y el provincial no le encuentran salida, los centros comerciales barriales y comercios de cercanía ganarían en esta situación” y destacaron que “a contramano de las ciudades pujantes hiper conectadas por sistemas multimodales de transporte, en el país quitamos opciones”.
Finalmente ironizaron: “¿Como matar a una ciudad rápidamente? Bloquéenle la movilidad en transporte público, suban dramáticamente los combustibles, liberen tarifas y mantengan sueldos bajo inflación. No falla”.
Estimaciones sobre viáticos y despidos
En otro fragmento de su misiva pública, desde Casco Histórico destacaron que un empleado de comercio que no puede ir en otro tipo de movilidad que transporte público, el aumento significará el 30 por ciento del salario, y que entonces éstos buscarán que sus empleadores paguen el viático.
Además avizora que “los comerciantes con sucursales en otros sitios de la ciudad, reconfigurarán su plantilla de acuerdo a la cercanía de sus empleados para que eviten el transporte público, otros podrán pagarles el transporte o tendrán el propio como es en el caso del casino o los que son jerárquicos tendrán su box en algún estacionamiento privado, pero son muy pocos”.
Pero si sigue la caída en las ventas por licuación de salarios, se piensa que habrá “cierres de comercios o sucursales, los gastos fijos de los comercios ya sean pequeños o grandes es monumental en una situación de caída pronunciada de consumo y no se avizora ayuda del estado nacional, como sí fue en la pandemia”.