Este miércoles desde las 6 de la mañana volvieron a circular los colectivos en Rosario, tal cual anunció la víspera la Unión Tranviarios Automotor (UTA). La suspensión del servicio había sido decidida por el gremio, tras nuevos ataques e intimidaciones a choferes, registrados en las últimas horas. Los taxistas también retomaron el servicio nocturno y así, la ciudad recupera algo de su ritmo antes del fin de semana extra largo. Este miércoles, por otro lado, las escuelas permanecían cerradas por la segunda jornada de paro docente.
Luego de reunirse con funcionarios del gobierno provincial y municipal, los colectiveros dispusieron este martes por la tarde que se retome el servicio desde las 6 del miércoles.
"Es duro el momento que nos toca vivir. Tuvimos una reunión prolongada con Ministerio de Seguridad. Nos ampliaron las medidas; vamos a estar trabajando un poco más cuidados, a nuestro entender, con respecto a ayer a la tarde, cuando habíamos vuelto. Eso hace que mañana estemos restableciendo el servicio", dijo en conferencia de prensa el secretario adjunto de UTA Rosario, Sergio Mancini.
En otro tramo expresó disculpas de parte de los colectiveros hacia quienes se vieron afectados por la interrupción del servicio. "Muchas actividades dependen de que nosotros estemos en la calle, pero nos tienen que comprender. El momento es durísimo", manifestó el dirigente y se excusó de dar detalles sobre las medidas de seguridad acordadas en la reunión de esta tarde. "No puedo profundizar en comentarios", afirmó. Son detalles que tiene la gente de Seguridad, afirmó.
Taxis, de corrido
Además, el servicio de taxis funcionará otra vez de manera nocturna, según dispusieron los trabajadores del sector luego de parar la noche del lunes.
Desde el gremio piden a los usuarios solicitar el servicio a través de la app MoviTaxi para una mayor seguridad.
Refuerzo en seguridad
Al término de la reunión con la UTA, antes de que los trabajadores tomaran la decisión de reanudar el servicio, el intendente Pablo Javkin precisó que escucharon a los choferes y las preocupaciones que manifestaron. "Los detalles operativos no los vamos a hacer públicos", aclaró pero anticipó que se trata de cuestiones operativas ligadas a la investigación, los procedimientos de aviso y cómo se distribuye el personal policial en la calle.
"Esto pasa hoy en Rosario con una definición de atacar el funcionamiento normal de la ciudad a partir de los servicios públicos. Lo hicieron hace 15 días con cuatro homicidios y lo están haciendo hoy con metodología de amenazas", analizó.
Por otra parte, Javkin afirmó que la prioridad es que la ciudad "funcione normalmente" pero que tampoco "son temerarios ni dejan de entender que el sector de los colectivos perdió a dos trabajadores que fallecieron por hechos de inseguridad en el último tiempo".
En ese sentido, insistió que las prioridades son trabajar por la normalidad del funcionamiento de la ciudad y simultáneamente "no retroceder en absoluto en ninguna de las medidas que se adoptan para prevenir el delito".
En tanto, Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información del gobierno provincial indicó que "la decisión política del gobernador Pullaro es seguir adelante, siempre dialogando con los damnificados".
"Los hechos son muy difíciles de prevenir. Si reforzamos el interior de los servicios públicos, no podemos evitar las agresiones desde los infinitos lugares desde donde pueden atacar", coincidió con Javkin.
En la noche de este lunes otra vez Rosario quedó paralizada por el miedo en las calles a partir de una serie de amenazas a choferes que derivaron en un paro de colectivos. A la medida, además, se le sumaron los taxistas que anunciaron un cese de actividad a poco de la medianoche y que se prolongó hasta la mañana de este martes.
La cronología de los hechos puede tener su punto de partida en un primer caso registrado el lunes a primera hora, lo que devino en un primer paro que se extendió hasta entrada la tarde. Pero al caer la noche una seguidilla de intimidaciones volvió a atemorizar a los trabajadores del rubro y también al resto de la población, y nuevamente se suspendió el servicio.
Los ataques
Los cuatro ataques a colectivos que se produjeron este lunes por la noche, más o menos a la misma hora y en aparente forma coordinada, fueron a un Expreso en Las Flores, a un coche de la línea 143 en Saladillo; una amenaza dejada en el asiento del fondo de un 110 y por último una colectivera de la 126 que escuchó tres disparos cuando circulaba por Crespo y Virasoro.
Luego de la amenaza escrita que este lunes a la madrugada motivó un parate de varias horas en el transporte urbano de Rosario, y aún con el dolor a cuestas por la muerte de un compañero de la K asesinado este mismo mes, los colectiveros de Rosario denunciaron cuatro nuevos episodios muy violentos por la noche -al menos uno con disparos- y decidieron guardar los colectivos en los galpones. Apenas pasadas las 23, la UTA Rosario confirmó el paro al menos para este martes.
Por un lado, desde el sector advirtieron que encontraron una nueva nota con un mensaje intimidatorio, esta vez en una unidad de la línea 110 –por la mañana había sido en un 153 afuera del galpón de Provincias Unidas y Rueda–, en este caso en punta de línea.
A medida que esas informaciones se iban conociendo, algunos pasajeros reportaban en redes sociales que los colectivos que esperaban no llegaban, o bien que pasaban sin parar, lo que hacía presumir una posible nueva medida de fuerza preventiva por parte de los trabajadores. Luego se formalizó en un anuncio de paro por parte de la UTA.
Eso, con el agravante de que casi en simultáneo se denunciaron otros dos ataques: a un interno del Expreso interurbano sobre la autopista Rosario-Buenos Aires, cuando el chofer circulaba solo, sin pasajeros, ya que se dirigía al lugar donde comenzaría su recorrido nocturno.
El episodio, detallaron las fuentes, fue a la altura del arroyo Saladillo, y si bien en principio se reportó un ataque a piedrazos, luego se denunció como una balacera que afectó una puerta y un vidrio. No hubo personas heridas.
En tanto, un colectivo de la 143 urbana también fue agredido en Oroño y Batlle y Ordónez, barrio Las Flores, y se intentaba confirmar de qué eran los impactos que tenía en la carrocería.
Por último, una conductora de un coche de la línea 126, denunció que escuchó tres disparos de arma de fuego cuando circulaba por Crespo y Virasoro.
Era el inicio de otra noche que se anunciaba complicada para la movilidad en la ciudad, después de que más temprano los colectivos urbanos estuvieran sin funcionar desde cerca de las 5 de la mañana y hasta el mediodía –el servicio se normalizó recién por la tarde–, a raíz de una amenaza escrita que un chofer detectó pasadas las 4 de la madrugada en el 153 que se disponía a conducir.
Luego de guardar todos los colectivos en sus galpones, hubo una reunión de los trabajadores con autoridades provinciales y municipales, tras la cual se resolvió retomar la actividad ante la promesa de controles aleatorios a los pasajeros arriba del transporte y más seguridad nocturna y en los depósitos. Evaluaban también sumar corredores seguros, por ejemplo en la zona de la Ciudad Universitaria La Siberia.