Chile es uno de los países de Latinoamérica más afectados por la pandemia de coronavirus. Tanto que un hospital, El Carmen de Maipú, llegó este lunes al punto de tener que elegir quién iba a ocupar la siguiente cama a desocuparse y dispone acortar las cuarentenas preventivas ante la escasez de personal.
“Estoy en este momento. Estoy eligiendo qué cama se me va a desocupar y elegir a la persona precisa, que sea más indicada”, dijo a Canal 13 de televisión la doctora Claudia Vega, jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital El Carmen, ubicado en una populosa barriada pobre al suroeste de Santiago.
“Que dios me ilumine en esto y en base a la literatura que hemos visto, porque hay sugerencias a nivel internacional”, añadió.
El subsecretario de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, Arturo Zúñiga, admitió el lunes que el sistema hospitalario chileno, con sus 2.400 camas de uso intensivo con ventiladores mecánicos “está al límite”, a pesar de que duplicó el número de camas críticas desde marzo.
“Es muy fuerte... Estamos llegando a los momentos en que hay que tomar decisiones fuertes”, advirtió Vega, que resumió la situación del Hospital El Carmen. “Estamos sin disponibilidad de camas críticas, no tenemos más ventiladores. Estamos al límite”.
La Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, que a diario consulta a centenares de centros hospitalarios sobre su infraestructura disponible, en su informe del domingo dijo que en las cinco áreas administrativas de la ciudad el uso de camas críticas estaba entre el 96% y el 99%.
En el mismo Hospital El Carmen se dispuso que el personal en cuarentena preventiva por su contacto estrechos con funcionarios contagiados, previo examen para saber que están libres del virus, debe retornar al trabajo antes de los 14 días de reclusión dispuestos por el Ministerio de Salud porque el protocolo “está generando un déficit de funcionarios, a nuestro juicio innecesario, lo que permite asegurar un funcionamiento hospitalario razonable”.
El Ministerio de Salud precisó que en Chile hay 2.400 funcionarios de la salud contagiados.