Vecinos de la zona norte advirtieron una postal bonita pero preocupante al detectar en la desembocadura del arroyo Ludueña hacia el río, miles de peces jóvenes que fueron desovados recientemente, y que se encuentran estancados, sin poder descender hacia el río Paraná, como es su naturaleza.
Entre los escombros, basura, plásticos y desechos químicos que son paisaje habitual de esa zona del Ludueña, se veían atrapadas centenas de bogas, sábalos y dorados, entre otras especies que se encuentran en el arroyo, así como tortugas, iguanas, diversas aves, y a veces cerdos o carpinchos que arribaron desde la isla con la bajante.
El Observatorio Ambiental de la UNR tomó conocimiento del asunto y se tomaron muestras tanto del agua como del suelo para analizar los niveles de contaminación que podrían peligrar la mortandad de los peces.
La sequía continuará por lo menos hasta fin de año, y eso hace que no baje el agua de lluvia por el arroyo, y el río está en una altura de 50 a 70 centímetros, que podrían llegar a los niveles de bajante que hubo entre 2020 y 2023. “En ese contexto, este es el momento para que las autoridades hagan, por un lado, una limpieza de remediación (porque es sabido el problema de los residuos vecinales y de industrias), pero también de un dragado para que los peces puedan desarrollarse y llegar al río Paraná”, aseveró Matías de Bueno, director del Observatorio, al ser consultado por Rosario3 sobre el asunto.
Este panorama es similar a los tiempos de mucha bajante de 2023, cuando en febrero afloraron centenas de peces muertos en el arroyo, y sobre esto fue consultado De Bueno: “La imagen de los cardúmenes que se pueden ver ahora es muy linda, pero preocupa su futuro porque no habrá una crecida a menos que llueva mucho. Los niveles de bajante del nivel del río son preocupantes y si se suma la contaminación, no es un buen panorama”.
En julio pasado hubo una audiencia pública en el Concejo en torno a la problemática de la contaminación del Ludueña; pero a pesar de eso, sigue sin ser reactivado el Comité de cuenca, y hace dos semanas se detectó una capa blancuzca de espuma y mal olor en la desembocadura.
En torno a la gestión sobre el Ludueña, el referente de Ambiente de la UNR recordó: “Venimos planteando que se realice un plan de monitoreo, gestión de cuenca y remediación, lo que llaman un plan del manejo, el cual realice la limpieza del agua, y un calado del suelo para que el cauce vuelva a tener profundidad y los cardúmenes salgan al río”.
Aseguró que “es el momento para intervenir y realizar limpieza del arroyo, aprovechando la bajante”, y consultado sobre cuál es la autoridad de aplicación, estableció: “El Gobierno Provincial a través del Ministerio de Ambiente, pero también los 14 municipios y comunas que tienen actividades agropecuarias y decenas las industrias que arrojan sin control sus desechos desde desagües clandestinos”, precisó De Bueno.
A esto entonces agregó que “hoy no hay un plan de gestión de la cuenca, a pesar de que el asunto está en la agenda pública. Deberían volver a activar el Comité de cuenca, que hoy no está funcionando. Y hoy que el agua está baja es una oportunidad para trabajar en remediación de la contaminación o en obras sobre las barrancas".
“Los resultados de las muestras que tomamos los veremos en una semana, y otro estudio que habría que hacer es sobre cómo esa contaminación impacta en los cardúmenes”, finalizó.