Una nueva manifestación ganó las calles del centro de Santiago de Chile para protestar contra las políticas neoliberales de Sebastián Piñera y exigir una nueva Constitución donde se consagren los derechos a la educación, a la salud y al medioambiente. Hubo fuerte represión de carabineros.
A las 18:00 (hora local), carabineros a bordo de tanquetas reprimieron con chorros de agua a los manifestantes que protestaban en la capital chilena.
Agrupados en bloque mientras las tanquetas se abrían camino y hacían retroceder a los manifestantes, algunos uniformados dispararon perdigones y balas de goma contra las personas que protestaban.
Al grito de "el pueblo, unido, jamás será vencido", miles de manifestantes se reunieron alrededor de la Plaza Italia, el epicentro de las protestas en la capital chilena.
Con banderas de Chile y de la comunidad mapuche, miles de personas acudieron a la "Marcha de los que sobran", en homenaje a una canción del grupo chileno Los Prisioneros, que se ha convertido en un himno durante las protestas antigubernamentales.
En esta nueva jornada, los carabineros, como se le conoce a la fuerza policial chilena, arrojó gases lacrimógenos y disparó balines contra manifestantes que se encontraban en los alrededores de la Plaza Italia, llamada oficialmente Baquedano.
Preocupación por excesivo uso de la fuerza
La nueva respuesta de la fuerza policial chilena hizo caso omiso a expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), quienes en un comunicado de prensa, condenaron el uso excesivo de la fuerza durante las protestas antigubernamentales, incluyendo los balines y perdigones que han disparado los uniformados.
"El elevado número de heridos y la manera en la cual se han utilizado las armas no letales parece indicar que el uso de la fuerza fue excesivo y violó los requisitos de necesidad y proporcionalidad", refirieron los expertos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos.