El Club Atlético Rosario Central presentó este martes ante el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe una nota solicitando “en forma urgente” se implementen todas las medidas necesarias a los efectos de la identificación de los responsables de haber arrojado bombas de estruendo y otros objetos al campo de juego durante el desarrollo del partido del último domingo que se desarrolló en el Gigante de Arroyito frente a Banfield.
El pedido se encuentra dentro del marco del convenio suscripto oportunamente por nuestra institución y el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, el cual pone a los clubes en la obligación de denunciar este tipo de hechos, como los que se registraron el último domingo en el estadio Gigante de Arroyito.
Rosario Central explicó que "reafirma su compromiso con la integridad del espectáculo deportivo, y de todos los asistentes al mismo".
El texto, que firma el presidente Gonzalo Belloso, exhorta a las autoridades a identificar a las personas que obligaron a la interrupción del partido. De todos modos, el mensaje omite lo ocurrido con la bandera que decía “No respetamos a nadie”, la cual era sostenida por dos personas encapuchadas y con remeras que señalaban “Samuel Presente”, en alusión a Samuel Medina, el yerno del líder de Los Monos que fue asesinado a tiros el 1º de octubre.
Ocurre que la primera lectura del hecho explica que las bombas de estruendo fueron arrojadas para captar la atención de todos.
El partido se detuvo y el arquero de Banfield, Facundo Sanguinetti, tuvo que ser asistido porque algunos de los estruendos ocurrieron muy cerca de él. El árbitro aprovechó para detener el juego y que el resto de los jugadores se hidraten, debido al calor que hizo el domingo por la tarde.