El abogado del policía que le disparó a Santiago Chano Charpentier justificó el accionar de Facundo Amendolara, imputado por haber baleado al músico: “Era su vida o la de él”.
En diálogo con TN, Fernando Soto relató que cuando el oficial y sus compañeros policías llegaron al lugar, “vieron a los médicos y había tres ambulancias psiquiátricas. Nadie se quería acercar porque en otro episodio de internación, Chano los había corrido con un cuchillo. Tenían miedo”.
Según el letrado, Chano estaba adentro de la casa y “la madre, desesperada, les decía que su hijo estaba totalmente desbordado y les pedía que entraran para internarlo. Él (Chano) decía que los iba a matar a todos, hasta que finalmente aceptó salir al patio”.
“Había poca luz, pero (los policías) lograron ver que Chano entró a la cocina y abrió un cajón. Escucharon hasta el ruido de los cubiertos. Después salió con las manos adentro de la campera y dijo ‘bueno, bueno, vamos a hablar”, continuó Soto.
Y agregó: “Ahí la madre le dijo ‘tranquilizate Chano, vayamos al hospital Otamendi’. Y ahí fue peor. Completamente sacado, y con un cuchillo de hoja larga, primero lo quiso apuñalar al otro oficial (Mariano Giacco), que enseguida tomó distancia. Luego fue hasta la oficial (Vanesa) Flores, que estaba más lejos, y ahí lo arrinconó a Amendolara”.
Soto relató que Amendolara sacó el arma cuando vio que Chano sacó el cuchillo y corrió hacia él. “Le dijo ‘¡alto, policía!’ y empezó a retroceder para no darle la espalda, con mucho temor de resbalarse porque había llovido y estaba lleno de barro. Casi ya encima de él, le dispara para frenarlo y evitar que lo mate. Estaba a dos metros, o menos, incluso. Si avanzaba un paso más lo apuñalaba”, precisó.
El abogado justificó el accionar de su defendido. “¿Qué tenía que hacer? ¿Dejarse apuñalar y terminar muerto como el policía Juan Pablo Roldán (asesinado por un hombre armado con un cuchillo en un bar de Palermo, en septiembre de 2020). Disparar era la única alternativa que tenía. Es muy difícil frenar a un agresor que está con un desequilibrio mental y no mide nada”, remarcó.
Soto aseguró que el policía “está muy angustiado por él y por Chano, aunque no se arrepiente de lo que hizo”. Y aseguró que Amendolara no fue separado de la Policía. “Su obrar no tuvo reproches, en la fuerza no ven una falla”. Sin embargo, aclaró: “En estos casos siempre se abre un sumario, obligadamente. Pero tiene una causa judicial (Amendolara) y eso lo preocupa”.