Unos 134 kilos de cocaína fueron “pescados” en el río Paraná tras el hallazgo de una lancha abandonada en la zona de Puerto Norte, con parte del total en su interior. La investigación iniciada por la droga con la imagen de Al Pacino –interpretando a “Tony Montana” en la película Scarface– busca establecer si la carga iba a ser arrojada a un buque que había partido desde un puerto de San Lorenzo y que tenía como destino final Nueva Zelanda y Australia. Sin embargo, para el legislador santafesino e investigador, Carlos Del Frade, el hecho fue provocado y constituye un mensaje político internacional.
“Esto que aparece en el río no tiene que ver con lo que pasa en los barrios”, comenzó el escritor en diálogo con De boca en boca (Radio 2). “Esto no lo maneja ni Los Monos ni Alvarado, ni los Ungaro ni los Funes. Esto –aclaró sobre la lancha con droga– tiene que ver con el negocio de la exportación de droga, que se hace en el río Paraná desde hace 45 años, cuando llegó el primer cargamento por un acuerdo entre (Jorge) Videla, que dirigía la dictadura argentina y Hugo Banzer Suárez de Bolivia para usar la zona franca de Bolivia para exportar 200 kilos de cocaína. Ahí empieza esta historia, eso fue el 24 de abril de 1978”, precisó.
“El año pasado el gobierno paraguayo dijo que por año movilizan 23 toneladas de cocaína, por lo que llaman la vía troncal del Paraná. Las sobras de eso es lo que después genera la sangre derramada de los chicos y chicas de los barrios”, alertó.
Para el diputado, “lo pasó el sábado con los 34 kilos de cocaína encontrados, fue un llamado a la Prefectura para ser usada como medio de comunicación de estas bandas”, indicó sobre grupos delictivos de Colombia, Brasil y Bolivia. Sobre este último país, señaló: “Es por esto que además de la imagen de Tony Montana se le agrega la de un delfín, vinculado a “Delfín” Cacedo, un importante narco de la zona de Bolivia”, explicó.
“Son todas señales, lo dejan no es que lo pierdan. No se cayó, no fue encontrado de casualidad. «Vayan y encuentrenlo, les dijeron». A mí entender es un aviso”, sostuvo sobre el cargamento flotando en el río. Y acentuó: “La señal es política. El 6 de diciembre se rediscute la vía troncal del Paraná de la cual participan varios países. Y se está hablando de la necesidad de superar las distintas soberanías de los países para que haya un control internacional, que es sinónimo de control de los Estados Unidos. Por eso, ensuciar de cocaína el Paraná es demostrar que nadie lo puede controlar salvo un gobierno supranacional”.
“Nada de lo que salga de cocaína de América Latina al mundo puede hacerse sin apoyo de la Administración de Control de Drogas (Dea) que dice combatir al narcotráfico, pero, que en realidad, regula la exportación. El mensaje que dejaron fue nadie puede controlar el Paraná de adentro, lo controlamos desde afuera”; insistió.
Por último, apuntó: “El embajador de Estados Unidos en Paraguay el año pasado dijo nosotros ya tenemos al ejército norteamericano trabajando en la planificación de la Hidrovía y desde entonces hemos tenido allanamiento a a terminal Puerto Rosario, al galpón en Arroyito. Son cuestiones que tienen que ver con grandes cantidades que la Dea le baja a la Policía Federal la sangre derramada s por la sobra de esos cargamentos”.