El agua puede combatir el cambio climático, aseguró la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Gestionarla de forma sostenible es fundamental para desarrollar la resiliencia de las sociedades y los ecosistemas y reducir las emisiones de carbono será fundamental.
Tal como señala un artículo en el sitio especializado National Geographic, el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones climáticos perjudican el abastecimiento y la disponibilidad del recurso hídrico. No obstante, reconoció la ONU, el agua puede ayudar a enfrentar el cambio climático. Aunque para ello, las acciones a nivel individual, familiar y gubernamental son importantes.
De qué manera el agua contribuye a mitigar el cambio climático
La entidad señaló que los responsables de diseñar políticas climáticas deben priorizar el agua en sus estrategias. La gestión responsable no solo ayuda a las comunidades a adaptarse al cambio climático, fortaleciendo su capacidad de recuperación y protegiendo la salud pública, sino que también juega un papel crucial en la mitigación de este fenómeno al proteger los ecosistemas acuáticos y reducir las emisiones de carbono asociadas con el tratamiento y transporte del agua y el saneamiento, se contribuye significativamente a la lucha contra el cambio climático.
Entre las soluciones globales, la Organización de las Naciones Unidas menciona:
- Mejorar el almacenamiento de carbono.
- Proteger las zonas de amortiguamiento naturales.
- Cosechar agua de lluvia.
- Adoptar una agricultura climáticamente inteligente.
- Reutilizar las aguas residuales.
- Aprovechar las aguas subterráneas.
Los ecosistemas acuáticos, tales como los humedales, los manglares, las praderas submarinas, las marismas y los pantanos, son sumideros de carbono altamente efectivos que absorben y almacenan dióxido de carbono (CO₂), lo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, explica la ONU.
Además, los humedales sirven como barrera ante las marejadas ciclónicas y otros fenómenos meteorológicos extremos, absorben el exceso de precipitaciones y almacenan y purifican el agua.
La organización internacional concluye que "limitar el calentamiento global a 1.5 °C en vez de hacerlo a 2 °C reduciría aproximadamente a la mitad la proporción de la población mundial que se espera que sufra escasez de agua, aunque cabe destacar que existe una variabilidad considerable entre regiones".