El Ministerio de Seguridad de la Nación aumentó a 5 millones de pesos la recompensa ofrecida para aquellas personas que tengan información del paradero de Bruno Gentiletti, el niño de ocho años, que era de Las Rosas y hacía poco tiempo lo habían operado de sus oídos, no podía meterse a la pileta, bañarse o nadar sin sus tapones. Era obediente y respetaba la orden médica de mantener secos sus tímpanos y que el 2 de marzo de 1997 viajó junto a su familia al Balneario La Florida, donde desapareció.
Ese domingo los Gentiletti viajaron una hora para combatir el calor en el río Paraná. Al llegar, abrieron la sombrilla y se instalaron a disfrutar. Los dos hijos más grandes se fueron a nadar con el padre, Marisa y sus tres hijos menores se quedaron en la orilla. Bruno le avisó que el agua estaba sucia y que él se había olvidado sus tapones para los oídos. Los chicos se aburrieron y le dijeron a su mamá que se iban a los juegos. Ella aprovechó para armar el almuerzo, sabiendo que a 100 metros estaban Gisela, Franco y Bruno y el resto de la familia, en el agua.
Media hora después los llamó a todos para comer y fue cuando comenzó una búsqueda que lleva casi 27 años. Bruno no estaba en el tobogán, tampoco en el estacionamiento de enfrente, ni en ningún rincón del predio. Tras la denuncia y la ausencia de testimonios, comenzaron a rastrear en las profundidades del Paraná, Bruno no estaba y su mamá sospechaba que ahí no lo iban a encontrar porque ese día su hijo se había olvidado los tapones para proteger sus oídos.
Tres meses después, el juez le pidió a Franco y Gisela que rearmen la escena, que cuenten qué había pasado durante esos 30 minutos que estuvieron en la playa. Ambos dijeron que Bruno llegó a la zona de juegos y un hombre y una mujer le dijeron que el tobogán estaba cerrado. Corrió a contarles e insistió en ir igual, pero ellos se quedaron en la cama elástica y Bruno fue solo.
Un mes después de la desaparición de su hijo, Claudio y Marisa viajaron a Buenos Aires y corroboraron que Migraciones no contaba con la denuncia de desaparición de Bruno. Ellos se encargaron de hacerla para evitar que puedan sacar al niño del país.
La búsqueda de Bruno no se detuvo. Sus padres viajaron a cada provincia donde alguien decía haber visto a un niño con las características de él. En casi 27 años, hicieron dos reconstrucciones de rostro para compartirle a la sociedad una imagen actualizada de Gentiletti.
En 2020, la secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe, reactivó la búsqueda de paradero del joven por expreso pedido de su madre. Según detallaron en su momento, “las nuevas técnicas de determinación y proyección” permitieron hacer una proyección sobre el rostro que podría tener en la actualidad y por eso se lanzó.
La recompensa de aquel entonces fue solicitada por el fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, David Carizza y era de 1,5 millones de pesos. A poco de cumplirse un nuevo aniversario de la ausencia sin rastros de Bruno, esa cifra aumentó a 5 millones y está “destinada a aquellas personas que aporten información que sirva para dar con el paradero de Bruno Gentiletti, quien fue visto por última vez el 02/03/1997 en la zona de la costa de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe conocida como Balneario del Río La Florida, Barrio Alberdi”.
Quienes puedan aportar datos, deben comunicarse a la línea nacional 134 o enviar un email de carácter confidencial a denuncias@minseg.gob.ar