La fiscalía antimafia de Brasil abrió una investigación contra centenares de personas que cortaron este miércoles una ruta en Sao Miguel do Oeste, Santa Catarina, a 29 kilómetros de la frontera con Misiones, y que hicieron el saludo nazi cuando cantaban el himno nacional y pedían un golpe de Estado para anular la elección de Luiz Inácio Lula da Silva el domingo pasado ante el mandatario Jair Bolsonaro.
El video de bolsonaristas golpistas fue filmado en la ruta SC-103, en Sao Miguel do Oeste, y se viralizó en las redes sociales.
La fiscal Marcela Boldori Fernández, del Grupo Especializado en la lucha contra el crimen organizado Gaeco, informó a la prensa del sur de Brasil que la apología al nazismo es un delito y que "una vez identificados, los manifestantes serán responsabilizados".
También fue accionado el sector del Ministerio Público encargado de delitos raciales y de intolerancia, informó Télam.
En Sao Miguel do Oeste Bolsonaro venció a Lula por más de 70% de los votos.
Por su parte, el bolsonarista Jorginho Mello fue reelecto como gobernador de Santa Catarina, principal bastión de la ultraderecha, con el 70%.
Pedido de "intervención militar"
El movimiento bolsonarista fue a las calles de Brasil este miércoles, marchó hasta la puerta de muchos cuarteles y exigió una "intervención militar" contra la victoria electoral del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Las manifestaciones fueron multitudinarias y pacíficas pero de un claro talante antidemocrático, al punto de que reclamaron que las Fuerzas Armadas impidan el próximo 1º de enero la toma de posesión de Lula, que el pasado domingo derrotó en las urnas al presidente Jair Bolsonaro por una mínima diferencia de 1,8 puntos porcentuales.
La convocatoria fue hecha por las redes sociales, en las que los grupos de ultraderecha que respaldan a Bolsonaro tienen una febril actividad, y sobre todo a través de servicios de mensajería privada como WhatsApp y Telegram, informa EFE.
Las mayores concentraciones fueron en Río de Janeiro y Sao Paulo, y en ambos casos en las sedes de los comandos regionales del Ejército, al igual que ocurrió en Brasilia, aunque con un menor número de personas.
La consigna en todos los casos fue la misma: "Intervención federal", bajo el artículo 34 de la Constitución nacional, que en uno de sus puntos dice que el Gobierno central puede intervenir, si fuera necesario y por los medios posibles, para garantizar la "forma republicana, el sistema representativo y el régimen democrático".
La excusa, según carteles mostrados por los manifestantes, fue también la misma y es que un Gobierno de Lula llevará a Brasil al "comunismo" e implantará un régimen similar al que viven países como Venezuela o Nicaragua, citados en muchas pancartas y fiel al discurso de Bolsonaro en su campaña electoral.
También han denunciado un supuesto fraude, una hipótesis que ha sido negada por la justicia electoral y todos los partidos y las instituciones, que han reconocido la victoria de Lula, al igual que cientos de gobiernos extranjeros.
Camioneros comienzan a ceder
Las manifestaciones de este miércoles, festivo en Brasil por el Día de los Muertos, siguieron a las masivas protestas de camioneros alineados en el bolsonarismo, que desde el pasado lunes bloquearon unas 600 carreteras en todo el país para protestar por la victoria de Lula.
Este miércoles, de acuerdo a la Policía de Carreteras, los bloqueos persistían en unos 150 puntos de 15 de los 27 estados del país y en muchos de los casos eran sólo parciales, pues obstaculizaban pero no impedían por completo el tránsito.
En algunos lugares, como en la ciudad paulista de Baruerí, las carreteras fueron liberadas mediante una firme intervención de la Policía, que dispersó a los camioneros con gases lacrimógenos, pero sin que hubiera enfrentamientos ni víctimas.
La protesta de los camioneros comenzó a perder intensidad desde que Bolsonaro, con un breve mensaje el martes, terminó de admitir su derrota y determinó que el Gobierno inicie el proceso de transición con el equipo de Lula, lo cual está previsto para este jueves.