A pesar de los 2.200 casos y las 46 muertes que se produjeron en su país, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó este martes el cierre de escuelas y comercios en algunas partes de su país por el coronavirus, al que comparó con una “gripecita” o “resfriadito”.
Durante un pronunciamiento en televisión y radio nacional, Bolsonaro mostró su rechazo a las medidas adoptadas por algunos gobernadores del país que, como en el estado de San Pablo, desde este mismo martes declararon en cuarentena a toda la población, y se plantó contra "la prohibición del transporte" y el "confinamiento en masa" para contener el covid-19.
“Debemos volver a la normalidad. Algunas autoridades estatales y municipales tienen que abandonar el concepto de tierra arrasada. La prohibición de transportes, el cierre del comercio y el confinamiento en masa”, dijo el presidente de Brasil.
También dijo que debido a su “historial de atleta”, en caso de que él mismo fuera infectado, no sentiría nada o sufriría "una gripecita" o "un resfriadito".
Según el mandatario de Brasil, su gobierno está adoptando todas las medidas necesarias para proteger a la población, pero sin la "histeria" y el "pánico" que, a su juicio, esparcen en el mundo "algunos medios de comunicación".
"Difunden exactamente la sensación de temor, teniendo como su buque insignia el anuncio de la gran cantidad de víctimas en Italia. Un país con una gran cantidad de personas mayores y con un clima totalmente diferente al nuestro. El escenario perfecto, potenciado por los medios, para que verdadera histeria se extendiera por todo nuestro país", dijo Bolsonaro.