El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, volvió a expresarse este lunes predispuesto a la realización de auditorías en el plano de la educación pública superior a pesar de que "ya hay muchos controles funcionando" sobre los presupuestos que administran.
“Las puertas de la Universidad Nacional de Rosario están abiertas para todo tipo de control y auditoría. Ya tenemos muchos controles funcionando y está bien que sea así, son recursos públicos, hay que administrarlos bien, corresponde que se controlen. Si se quieren sumar a esos controles que existen otros adicionales o complementarios, si se quieren perfeccionar los existentes, bienvenido sea, la Universidad Nacional de Rosario va a estar siempre a disposición”, aseguró el directivo.
En una entrevista con el canal estatal provincial sobre los mecanismos existentes, Bartolacci recordó que las universidades nacionales cuentan con dos auditorías externas establecidas por ley que actualmente funcionan y se hacen periódicamente: la Auditoría General de la Nación y la Coneau.
“Además, tenemos auditorías internas que hasta el 2022 funcionaron conforme los requisitos de la Sigen”, dijo en relación a la Sindicatura General de la Nación, que depende del Poder Ejecutivo, a la que sólo durante los últimos cinco años la UNR presentó 98 informes y todos aprobados, según precisó.
“Cuando la Sigen se corrió de función de control, a fines del 2022, la Universidad siguió haciendo esos controles con los manuales de procedimiento de Sigen. Ahora, la Sigen retoma esas funciones y es una buena noticia”, opinó el rector rosarino.
Asimismo, señaló que existen otros procedimientos de control sobre las universidades estatales. “Son los que establece la ley de Administración Financiera, que le caben al Ejecutivo Nacional y a la Universidad también cuando ejecuta su presupuesto. Rendimos la cuenta de inversión cada seis meses ante la Contaduría General de la Nación, y todos los meses, el 95% de nuestro presupuesto, que es el personal, el pago de salarios, se rinde a la Secretaría de Educación”, detalló.
“No hay ente público más controlado que las universidades y está muy bien que así sea -concluyó Bartolacci-; las puertas de la UNR estarán siempre abiertas a cualquier control o auditoria, es lo que corresponde”.
Polémica en la UBA
Las declaraciones del máximo responsable de la Universidad pública rosarina llegan luego de la polémica que generó, este lunes más temprano, la presentación de un empleado de la Sigen para entregar una comunicación de que comenzarán los trabajos de auditoría en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La medida, según el ministerio nacional de Capital Humano, fue para “evitar más dilaciones” después de que “las autoridades de la Universidad de Buenos Aires no respondieran a las notificaciones enviadas por sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE) y el aviso al correo electrónico oficial del rectorado”.
El rector de esa casa de estudios, la más importante del país, anunció que se objetó judicialmente la decisión del Gobierno de auditar a través de la Sigen, cuando esa tarea corresponde legalmente a la AGN.
"Sí a las auditorías, no a la intervención del Ejecutivo", fue el argumento de la UBA para oponerse a la medida de la Sindicatura General de la Nación.