Sobre una mesa hay unas ollas marrones de barro cocido tapadas. Una bandeja con un coco, un frasco con ajíes rojos y amarillos y condimentos. En otra mesada, las lentejas terminan de reposar antes de convertirse en albóndigas. En la heladera, los pimientos y las cebollas ya están cortadas en juliana. Mientras Bernard pica los ajos, Florencia, su mujer, trae los tomates cortados. En la puerta de la heladera, en la pared, acá y allá hay carteles con indicaciones y los nombres de los platos en idioma Suajili.
– Las recetas no anotes que son secreto –dice mitad en serio y mitad en broma el hombre de 41 años que dejó su casa de Tanzania en 2001 y después de varios meses de viajar y buscar su destino, incluso como polizón en un barco, arribó a Rosario y decidió quedarse. Tanto se quedó que conoció a Florencia y tuvo a sus hijos Cristopher y Adiventina en la ciudad. Ellos son el corazón de la Asociación Civil de Tanzania que forma parte de la segunda edición de “Colectividades. Sabores del mundo a tu casa”. Ofrecen platos gastronómicos en modo delivery y para retirar hasta el domingo 11.
“Kibawa chacuku” son alitas de pollo rebozadas en semillas de lino, chía y girasol. Vienen acompañadas con plátanos fritos que al comerlos uno se pregunta por qué no sumarlos a la dieta cotidiana. El rojo de la salsa agridulce ordena que las alitas se ensopen vuelta y vuelta para un complemento de gustos y texturas perfecto.
Las “Bajias” son albóndigas de lentejas con una salsa de coco que Florencia prepara con limón desde el día anterior. Un toque ácido y vegetariano para quienes lo prefieren. “Chapati na Nyama” son fajas armadas con un salteado de lomo y vegetales. Las “Sambusa” son empanadas de carne triangulares hojaldradas y fritas. Todo eso compone la “Picada Tanzania”, la oferta más pedida.
Más que un menú, una experiencia. Lo que la cocinera define como “un viaje distinto”, una alternativa a los platos más conocidos de otras colectividades.
Son las 11 de este viernes feriado y mientras revuelve la olla con tres kilos de arroz, Bernard confiesa que cuando él era chico en su casa de Dar es Salam, la ciudad que mirá al oceáno Índico, en la costa este africana, no cocinaba sino que miraba a su hermana. Ahora le toca a él cuidar el arroz.
–Papi, ¿a esta hornalla no la vas a prender? Mirá que a las 12 y pico tenemos que entregar el primer pedido.
–Sí, ahora va –responde Bernard y le da fuego al disco más grande. Había cuatro llamas encendidas al mismo tiempo y prenden una quinta. A los pocos minutos, los aromas de los vegetales y la carne lo envuelven.
“Cuando era chico comía las alitas de pollo, así fritas, pero sin semillas, eso es un agregado nuestro acá”, cuenta Bernard, atento a sus labores. Se puso un delantal y un gorro de cocina con los colores de la bandera: verde, amarillo, negro y celeste. Los plátanos además de fritos los hacían al fuego o a la parrilla, también como desayuno.
Bernard reconoce que a las variantes de estofado de carne, uno sale con salsa de maní y arroz, y otro con salsa de plátanos maduros y arroz, les falta algo. “Ugali”, un pan que se hace con harina de maíz y es característico, aunque en otros lugares de África se conoce como “fufu”. “Se come con la mano acompañado de una salsa o de porotos o plátanos. Si no comiste ugali no entraste a África”, resume. Dice que en la próxima edición de la Fiesta de Colectividades, si la pandemia lo permite, lo sumarán a las propuestas.
Mientras tanto, esta variante de gastronomía en casa (se pueden ver todas las colectividades en la web de Vidrieras en red) permite un adelanto, un aproximación a ese encuentro tradicional ( y un ingreso para las colectividades).
El jueves, primer día de este evento, tuvieron 40 pedidos que, como son muy variados, implican unas 120 porciones en total. A la pareja que lleva doce años juntos los ayuda Julie, que tiene 38 años y hace 11 llegó a la ciudad desde Perú. “Ellos hacen los preparados, la sazón, y yo les doy la terminación o los detalles”, resume la dinámica de trabajo entre los tres en Córdoba 2545, casa familiar y sede de la asociación civil.
“Tenemos todo preparado pero lo cocinamos en el momento”, cuenta Florencia, detallista que ordena y limpia todo. Las inspecciones municipales para controlar las medidas de higiene son permanentes. A diferencia de otras colectividades más grandes, ellos son los directivos pero además se encargan de las compras, de cocinar y de armar los pedidos. “Me gusta prepararlos a mí para que todos tengan su salsa y no falte nada. La prioridad es que la persona que encargó algo salga conforme”, agrega ella.
–Estou falando. Eu acho que sim –pasa hablando en portugués Tatiana, que hoy hace de cajera de la Asociación de Tanzania pero es abogada, asesora y experta en migraciones. También trabaja con el Club Argentino-Brasileño (con ellos habla ahora) y la Asociacion Civil y Cultural Ucraniana.
Al grupo se suma Alexis, que se encarga del delivery en moto y está aprendiendo a saludar en Suajili.
¿Cómo era? ¿Mambo dipi?
No. Mambo bipi –corrige Bernard.
Todos juntos trabajan en dos largos turnos. Aunque hacen las entregas de 12 a 14 y de 19 a 22, el día se estira entre compras, pedidos, cocina y limpieza. Seguirán hasta el domingo y dejan una invitación abierta:
90 comidas típicas, postres y bebidas
“Sabores del mundo en casa” es una edición gastronómica especial de Colectividades 2021 para disfrutar de más de 90 platos, a través de las modalidades delivery y take away. Hay comidas típicas, postres y bebidas tradicionales de cada colectividad.
Comenzó este jueves y sigue hasta el domingo 11 inclusive. En los próximos meses, “se continuará, como es habitual, con la Noche de Colectividades para terminar con el reconocido Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades, un hito en la vida de los rosarinos”, según prometen desde el municipio.
Además, en Vidrieras en Red se pueden consultar los días y horarios en que funciona cada una de las colectividades como así también los precios, combos y promociones que ofrecen.
En la oportunidad, las colectividades participantes son el Centro Cultural Peruano, el Centre Catalán de Rosario, la Asociación Italiana Alcara Li Fusi (Messina), la Casa Suiza Rosario, la Sociedad Polonesa “Dom Polski”, la Sociedad Polonesa “Federico Chopin”, el Centro Navarro, el Centro Valenciano de Rosario, el Centro Castilla y León, Israel, el Centro Gallego de Rosario, la Asociación Católica San Patricio, la Asociación Civil de Tanzania en Rosario, la Sociedad Libanesa, la Asociación Familia Molisana, la Asociación Rincón Murciano, la Asociación “La Colectividad Helénica” de Rosario, la Asociación Eslovena Triglav, la Asociación Japonesa, la Asociación Familia Calabresa, el Centro Vasco “Zazpirak Bat”, la Biblioteca Cultural Rusa “Alejandro Pushkin” y el Club Español de Rosario.